Los cinco diputados del PSA votarán contra Calvo Sotelo
Los cinco diputados del Partido Socialista de Andalucía (PSA) votarán contra la investidura de un candidato a presidente que constituya Gobiemo «en base a UCD», y por tanto, contra Calvo Sotelo. El acuerdo fue tomado ayer en Sevilla por los cinco miembros del grupo, informa Europa Press.Juan Carlos Aguilar y Emilio Pérez Ruiz señalaron en una conferencia de Prensa que meditarán su voto sl se les ofrece un Estatuto autonómico con todas sus peticiones, «aunque esto es impensable con un Gobierno de Calvo Sotelo». Asimismo, manifestaron su preocupación por la actitud de los «partidos centralistas UCD y PSOE», que pueden llevar a vaciar de contenido el Estatuto.
Otras reacciones
Al conocer la designación de Calvo Sotelo, el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, José María Figueras, declaró que «el hecho de que el hasta ahora máximo responsable de la economía española sea propuesto como presidente del Gobierno es importante y, en mi opinión, favorecedor de la prioridad que, a mi juicio, deben tener los temas económicos en la conducción política del país».Figueras considera que Calvo Sotelo «es un político altamente cualificado» y que «las relaciones que hemos tenido, tanto como vicepresidente económico como cuando ostentaba la cartera de Relaciones con la Comunidad Económica Europea han sido siempre constructivas». Por último, el presidente de las Cámaras de Comercio señaló que la impresión de éstas se concretará cuando se formule el programa de Gobierno, especialmente en lo que hace referencia a los planteamientos económicos del mismo.
Por su parte, el diputado socialista por Lérida Joan Prats manifestó a Europa Press que, «si Leopoldo Calvo Sotelo gana el voto de investidura, no llegará al verano o tal vez no pase del otoño. Y cuando llegue la crisis, la gran crisis, tendremos que ir a elecciones generales anticipadas».
El diputado Prats agregó que «no habrá alternativa socialista, porque un programa socialista sólo puede ser fruto de una victoria en las urnas, y el electorado del 1 de marzo de 1979 dio la mayoría a UCD». La propuesta del PSOE sería, en cambio, la de un Gobierno «con cuerpo central socialista, ya que es evidente la incapacidad de UCD para salir de la crisis».
Ese Gobierno debería contar así, con «un fuerte respaldo de las fuerzas progresistas», y no sería monocolor, sino que «alrededor de los socialistas podría formarse un programa de Gobierno que consiga cuatro o cinco grandes leyes de modernización y de libertades civiles que retornen la esperanza al pueblo español».
