Fernández Ordóñez y Alzaga, claves para el nuevo Gobierno
Cerrado el II Congreso de UCD, la expectativa política se concentra en la propuesta que el Rey pueda hacer en favor de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno y en la negociación parlamentaria que le asegure los votos necesarios para su investidura, que podría tener lugar el próximo día 17. El comportamiento de Calvo Sotelo durante el desarrollo del congreso centrista proporciona algunos indicios válidos para establecer algunas previsiones. El día de la inauguración Leopoldo Calvo Sotelo recibió su primera ovación merced al quiebro que hizo en su favor el dimisionario presidente Adolfo Suárez.
En aparente correspondencia, el nombre de Leopoldo Calvo Sotelo aparecía minutos después junto al de Adolfo Suárez avalando los candidatos a la mesa presidencial que resultó electa para el congreso. Desde ese momento, el candidato a la presidencia del Gobierno mantuvo en Palma una actitud de equilibrio y quedó por propia voluntad fuera de todas las listas. Su lectura cuidadosa muestra también que sus hombres más afines, como Luis Ortiz y Alberto Ollart, o sus jóvenes lobos Matías Inciarte y Luis Sánchez Merlo, han quedado también descolgados.Medios cercanos al candidato a la Presidencia del Gobierno estiman que Leopoldo Calvo Sotelo ha evitado así no comparecer como peticionario en su propio favor o en el de sus gentes para abrirles paso en las listas. Así se ha ahorrado hacer concesiones anticipadas para la formación del Gobierno.
El compromisario Leopoldo Calvo Sotelo estuvo muchas horas en las gradas, por las que apenas se dejaron ver otras figuras del partido. Su nombre, sin embargo, no se escuchó en la sala de plenos. Ni los oradores críticos ni los oficiales lo evocaron para suscitar hacia él la adhesión que tanto va a necesitar si ha de llegar a la investidura. Ni Landelino ni Rodríguez Sahagún fueron generosos con él en las intervenciones más definitivas.
En el nuevo Gobierno se da por descontado que subirá la cotización de figuras como José Pedro Pérez Llorca -espléndido conductor de los debates congresuales- y Juan Antonio García Díez, quien podría ocupar la vicepresidencia económica. Otros valores firmes para su composición son Luis Ortiz y Alberto Oliart, a quien se atribuye la cartera de Defensa, vacante con la marcha al partido de Rodríguez Sahagún.
Los democristianos, con todas sus modulaciones, seguirán presentes en el Gabinete, muy probablemente con hombres como Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, José Luis Alvarez e lñigo Cavero. Pero el objetivo fundamental para Calvo Sotelo es la incorporación de Oscar Alzaga, tras su éxito congresual, y el mantenimiento de Fernández Ordóñez. Con estas dos figuras podría Calvo Sotelo responder a los clamores del congreso en favor del centro-centro: sin veleidades de derechización ni de izquierdismo.
La negociación con ambos va a ser muy difícil y todavía no tiene resultados seguros. En particular, la salida de Ordóñez podría obligar a Calvo Sotelo a renunciar al encargo que con toda probabilidad recibirá en fecha inmediata.
El ministro de Justicia, Fernández Ordóñez, se atiene a sus compromisos con la ley del Divorcio, utilizada como pretexto para desencadenar la ofensiva de los sectores más duros del partido, articulados a estos efectos en el sector crítico. La opinión pública sigue la cuestión con atención extrema, convencida que ahí reside el primer test sobre que puede confirmar o desmentir el temido o deseado giro a la derecha.
Martín Villa, Rosón y Sancho Rof tienen asegurada su permanencia en el Gobierno si Calvo Sotelo llega a tomarlo. No van a plantear en este campo exigencias especiales porque ahora sus objetivos básicos se dirigen a lograr un mayor control sobre el partido, donde quieren desembarcar los próximos meses, como secretario general adjunto, a Jesús Sancho Rof. En Arlabán, la sede ucedista, Martín Villa tiene cifradas muchas de sus esperanzas para cumplir su programa de «suceder al sucesor». Para ello tendrá que cerrar el paso a cualquier veleidad suarista de regresar.
Los pronósticos más cercanos al presidenciable Calvo Sotelo dan también por segura la inclusión de Rafael Arias y de Jaime Lamo, así como la integración del Ministerio de Relaciones con la CEE en Asuntos Exteriores y la amortización de la vicepresidencia para la Defensa y Seguridad, al retirarse del Gobierno el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado.
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