Ni en Moscú ni en Nueva York
El domingo día 25, en la concentración posterior a la marcha a Torrejón, el diputado del PSOE Pablo Castellanos, en su alocución, nos dijo que prefería vivir en Moscú a ser apuñalado en el Metro de Nueva York, invirtiendo de este modo el orden de preferencias de su compañero de partido Felipe González.Ultimamente parece que crece la obsesión de algunos políticos en poner en las capitales de las dos superpotencias toda su esperanza, hasta personal incluso, como para trasladarse a vivir o morir allí; otros, como Sagaseta, preferirían que la esperanza se trasladase aquí en una nueva cruzada tipo Afganistán del «gran hermano».
Sin embargo, yo creo que tenemos un país como para vivir aquí sin que nadie nos hegemonice, que el pueblo de nuestras nacionalidades no piensa en el Metro de Nueva York ni en el de Moscú, ni sueña en clave metropolitana ni, por supuesto, está por ser apuñalado por ninguna superpotencia, sino más bien porque llevemos una política de paz, independencia y neutralidad, y, además, porque el proyecto de UCD-Reagan de entrar en la OTAN (proyecto que yo no comprendo en absoluto) sea sometido a un gran debate nacional y a un referéndum (tal y como reclamaba un editorial de EL PAIS no hace mucho).
Y, por supuesto, a la marcha asistimos muchísimas mas personas que las 3.000 que dice el Gobierno Civil; sólo Unificación Comunista de España, partido que está por la realización de un referéndum sobre el tema OTAN, recogió en una mesa en un lateral del campo 2.400 firmas,
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