Presos del IRA amenazan con una nueva huelga de hambre

Una nueva huelga de hambre puede comenzar el próximo 1 de marzo, según declararon ayer presos republicanos del penal de Maze, en las afueras de Belfast. La última huelga de este tipo terminó justo antes de Navidades, 53 días después de que siete presos decidieran dejar de comer, creando uno de los peores climas de tensión en Irlanda del Norte en los últimos años.

En una larga declaración, los presos señalaron que, tras siete semanas de una paciente espera para dar tiempo al Gobierno británico de que resuelva la crisis de las prisiones de Irlanda del Norte, tenían la intención de reanudar la huelga de hambre. Cuando la primera huelga de hambre se suspendió el pasado 18 de diciembre, con uno de los presos al borde de la muerte, los reclusos esperaban que en unos días podrían cesar sus protestas. Pero, indican en la declaración, se encontraron con un obstáculo tras otro, quejándose de la mezquindad de la Administración británica sobre la cuestión del uso continuo de ropa civil propia. Los republicanos solicitan un estatuto especial de presos políticos.

Esta decisión de ir otra vez a la huelga de hambre había sido esperada durante algún tiempo ya, y no llega, pues, como una sorpresa completa, ya que las relaciones internas en el penal de Maze se estaban deteriorando rápidamente. Aún no se sabe cuantos reclusos participarán en esta huelga, aunque se supone que será un número inferior a los siete iniciales de la huelga anterior.

La huelga de hambre, si se lleva adelante, comenzará el próximo 1 de marzo, y esta estrategia de la tensión podría llegar a su punto culminante para la Semana Santa, una época tradicionalmente de gran actividad republicana en Irlanda.

El 1 de marzo se cumplirá también el quinto aniversario de la fecharia en que el Gobierno británico decidió suprimir el estatuto especial para los presos condenados por delitos terroristas.