España condiciona sus buenas relaciones con Nicaragua
El nuevo embajador de España en Nicaragua, Mariano Baselga, advirtió ayer que si el pluralismo político vigente en Nicaragua terminara, «nuestra actitud hacia este país cambiaría».
El embajador, llegado recientemente, estimó que Nicaragua «se enfrenta a problemas económicos y políticos muy agudos». Insistió en que «la palabra mágica de las relaciones entre España y Nicaragua es pluralismo».
«Si se suprime el pluralismo, cosa que el Gobierno de Nicaragua es muy dueño de hacer», afirmó Baselga, «las relaciones con España serían diferentes».
Explicó Balsega que «el Gobierno español es un Gobierno democrático, que tiene que rendirle cuentas a los partidos políticos de su país, pero en ningún momento afirmó que el régimen democrático estuviera en peligro en Nicaragua.
«Pero», insistió, «si aquí se llegara a suprimir el pluralismo, y eso debe quedar bien claro, las relaciones de España con Nicaragua tendrían que cambiar, sin llegar por ello a ser hostiles, ni mucho menos». Balsega concluyó diciendo que España ha ayudado a Nicaragua desde el triunfo de la revolución, en julio de 1979, «como ningún otro país lo ha hecho».
España, agregó, ha enviado afirnentos y medicinas, contribuido con entrenamiento técnico y asistencia con personal especializado, así como en muchas otras ramas.
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