Adolfo Hitler

hizo en un momento determinado de su vida todo lo posible para, contra la voluntad del Parlamento de Brunswick, convertirse en profesor extraordinario de política y sociología orgánica en la Universidad Técnica de Brunswick. Esta estratagema del dictador nazi estaba encaminada a convertirle en ciudadano alemán, toda vez que, en 1932, Hitler, que había perdido su nacionalidad austriaca en 1916, era un apátrida y necesitaba la nacionalidad alemana para presentarse como candidato a presidente del Reich en marzo de 1932. Mandred Overesch, investigador alemán, ha encontrado en la Universidad de Brunswick los documentos que atestiguan ese intento. Se trata de un contrato entre el Estado libre de Brunswick y el escritor Adolfo Hitler, por que el éste se convertía en profesor a partir del 25 de febrero de 1932, y desde esa fecha comenzaría a impartir sus clases. Como méritos del aspirante se citaban «sus conocimientos teóricos y la actividad práctica al acaudillar un movimiento político popular, el nacionalsocialista, y ser autor de la obra científica Mein Kampf. La rotunda oposición del Parlamento de Brunswick dio al traste con los deseos de Hitler, quien cuando intentaron ofrecerle la ciudadanía mediante el puesto de comisario en la gendarmería dé Hildburghausen, rechazó furioso la oferta porque consideraba ese oficio «bajo y humillante».