Problemas para la reconversión del grupo de empresas Alvarez
Ricardo Ibáñez Ballano ha presentado su dimisión como presidente del Consejo de Administración del grupo de empresas Alvarez (GEA), que le ha sido aceptada por el INI. Aunque nada se ha sabido todavía sobre los motivos de esta dimisión, el hecho podría estar relacionado con dificultades para llevar a cabo un plan de reconversión de las empresas del grupo.
Ricardo Ibáñez accedió a la presidencia del consejo del GEA, en 1978, sustituyendo en el cargo a Andrés Fernández Romero después de ser director general del grupo desde que en enero de 1977 el INI se hizo cargo de estas empresas. Como consecuencia de un plan de reducción de plantilla patrocinado por Ricardo Ibáñez en 1980, unos cuatrocientos trabajadores causaron baja en la distintas empresas del grupo aceptando jubilaciones anticipadas, rescisiones voluntarias, excedencias por cuatro años y la declaración de incapacidad permanente como consecuencia de diversas calificaciones de enfermedades profesionales.Para este año, el INI ha previsto un nuevo plan de reducción de plantilla que podría afectar a otros quinientos trabajadores. La plantilla total de las empresas que componen el GEA ha pasado de 3.414 trabajadores en 1976 (fecha de intervención del INI), a 2.868 en la actualidad. En estos momentos, se han iniciado la negociaciones del convenio colectivo en las que los trabajadores piden un aumento salarial igual al del IPC, cuarenta horas de trabajo a la semana y eliminación de las horas extraordinarias.
Junto al plan de reestructuración de las empresas del grupo, el INI ha aprobado otro plan destinado a privatizar la red comercial que antes pertenecía al GEA y que ahora forma una empresa independiente, aunque también vinculada al INI, manteniendo el nombre de Manuel Alvarez e Hijos, SA (MAHSA). La aprobación de este plan ha provocado que dos diputados socialistas por Pontevedra y uno de Asturias formulasen una pregunta oral al Gobierno en la que se ponía en cuestión la limpieza de la operación y se aludía a posible corrupción de algún alto directivo de MAHSA.
Según los términos de la pregunta al Gobierno, algunos directivos podrían haber especulado con el conocimiento de la decisión de privatizar los establecimientos comerciales desde sus cargos en el Consejo de Administración de MAHSA y del GEA, encabezando dos de las tres propuestas de compra que ha recibido el INI. Uno de los directivos aludidos, según los interpelantes, se ha visto envuelto ya en otra operación poco clara que ha sido objeto de investigación especial.
El grupo de empresas Alvarez es el principal productor de loza, en lo que a servicios de mesa se refiere, y, aunque ha sufrido cuantiosas pérdidas en los últimos ejercicios, fruto de sus altos costes de personal y de otros problemas estructurales, los demás fabricantes de su mismo ámbito han expresado su disconformidad con las ayudas oficiales que el grupo recibe, y han llegado a demandar al INI por competencia desleal en el sector de producción de servicios de mesa.
Por su parte, los representantes sindicales consideran que detrás de los planes de reestructuración patrocinados por la Administración pública hay intereses particulares que verían con agrado la desaparición de la competencia que, en el sector de vidrio y cerámica, supone la producción del GEA. Los representantes sindicales achacan a mala gestión de los directivos del grupo las pérdidas declaradas en los últimos años.
En cuanto al resultado del plan de mejora y reconversión de actividades del GEA, de 1980, no se han cumplido todavía sus previsiones, puesto que en las conclusiones de ese plan se afirmaba que el grupo era viable.
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