La revisión salarial, dificultada por Ia forma en que UGT y CEOE presentarán el acuerdo
La principal dificultad para el establecimiento de un acuerdo sobre la revisión salarial del acuerdo marco-interconfederal (AMI) trasciende el mero contenido de la banda que finalmente quede establecida -si es que por último se evita la ruptura, que anoche constituía una seria amenaza- y cae de lleno en la fórmula que cada organización (CEOE y UGT) encuentren para presentar a sus respectivas bases los porcentajes concretos a los que deberá ajustarse la negociación colectiva que se pacte dentro del AMI. En la reunión de ayer, UGT fijó su postura en una banda del 12-15%, y CEOE entre, el 10% y el 14%. Hoy volverán a reunirse.
Esta circunstancia justifica, en gran medida, la parquedad informativa de las representaciones patronal y ugetista al término de la reunión mantenida ayer, continuación de los encuentros semanales en los que se viene dilatando la negociación para la revisión salarial. En este sentido, ambas partes parecen coincidir, a estas alturas de la negociación, en que hubiera sido mejor para las dos formaciones haber logrado un acuerdo rápido que habría evitado la trascendencia pública de la discusión y la sintonización con la misma, tanto por sus respectivas bases como por -lo que constituye ahora mismo el principal escollo para un acuerdo- los órganos de gobierno de ambas organizaciones.En esta situación, el mandato que las representaciones de CEOE y UGT que negocian la revisión salarial habrían recibido de sus correspondientes junta directiva y comité confederal consistiría, antes que nada, en la recomendación de lograr el acuerdo. Formal y públicamente, ambos órganos directivos se han limitado a ratificar la postura negociadora de sus comisiones, lo que se traduciría en la práctica en el mantenimiento por parte de CEOE de la banda 10-13% y del 12,5-15,5% por parte de UGT.
Sin embargo, en la reunión de ayer, en lo que ambas partes califican en el comunicado conjunto al que se limitó toda la información facilitada al respecto, como acercamiento de las posturas, tanto UGT como CEOE modificaron sus posiciones, situando la central socialista su banda salarial entre los límites del 12% y el 15% (rebajando medio punto por arriba y otro medio punto por abajo), mientras que la patronal, manteniendo el punto mínimo en el 10%, subió la banda hasta la cota máxima del 14%, con lo que incrementó en un punto su postura anterior.
Con todo, según el comunicado conjunto, no se explican públicamente las razones para que esta tarde haya un nuevo encuentro si las posturas nuevamente definitivas son las mantenidas ayer.
En este punto es donde es posible el razonamiento de que la auténtica dificultad estriba en estos momentos en la forma que finalmente se encuentre para presentar a las respectivas bases la banda que logre el acuerdo. De lo contrario, nadie podría explicar las razones por las que ayer no quedaron rotas las negociaciones.
Otras razones
El interés ugetista en rebasar por abajo la banda salarial de la cota que la patronal se empeña en mantener en el 10%, al margen de motivaciones estrictamente económicas y de defensa del poder adquisitivo de los salarios, estriba de manera importante en evitar el reconocimiento obrero de las pretensiones gubernamentales al fijar en torno, y aún por debajo de esta cifra, el incremento salarial ofertado para los sectores públicos y los afectados por reestructuración, dada su crítica situación económica.
Desde esta perspectiva, resulta difícil para el aparato ugetista presentar a sus bases un punto de partida para la negociación colectiva que apenas diferiría de la oferta económica de la Administración, máxime cuando esta cifra figura en el contexto del AMI, cuya bondad económica constituyó el pasado año su mejor imagen de venta a los trabajadores que aceptaron la negociación dentro del acuerdo-marco.
En este sentido, pues, la lucha de UGT se centra en arrancar de la patronal su renuncia al 10%, con la pretensión de que por arriba se llegue al 15%, hasta el que ha descendido la central socialista.
Por su parte, la patronal considera no asumible por sus bases cualquier banda que no parta del 10%, porcentaje al que se ajustaría el punto de partida de la negociación colectiva en las empresas y sectores heridos de muerte y que no se encuentran en ninguna de las circunstancias en las que, de acuerdo con el texto del AMI, estaría justificado el descuelgue.
Sobre este principio podría resultar lógico que la junta directiva de la CEOE, que hoy volverá a tratar el tema, aceptara llegar hasta el 15%, siempre que se mantuviera el 10% como punto de partida en la banda.
No obstante, esta última posibilidad sería de muy difícil asunción por UGT, puesto que la cifra del 10% como punto de partida en la negociación colectiva «apenas si serviría para evitar la conflictividad que, en una negociación con acuerdo-marco, se produciría para lograr de los empresarios ofertas más razonables».
Ante los razonamientos de ambas partes, la única banda salarial posible para lograr un acuerdo parece que debería fluctuar entre el 11 % y el 15%.
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