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Comienza la revisión del Plan General del término municipal de Madrid

El nombramiento de Eduardo Leira como director de la oficina municipal que ha de realizar la revisión del Plan General de Ordenación Urbana en lo concerniente al término municipal de Madrid capital supuso el primer paso en orden a organizar los trabajos necesarios para esa revisión del urbanismo madrileño. Ahora, con la designación de José Ignacio Quintana, hasta ahora gerente municipal de Urbanismo, como gerente de esa misma oficina, va a hacer que el tantos años esperado proceso de revisión pueda, por fin, ponerse en marcha.

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Una larga espera de ocho años

Eduardo Leira se apresura a comentar que «ésta va a ser la gran operación municipal de los próximos dos años». Nacho Quintana recuerda el rescate de competencias que los ayuntamientos de la provincia de Madrid han hecho frente a Coplaco (Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana), un organismo autónomo de la Administración central, creado en 1963 para tutelar el urbanismo madrileño por encima de lo que de él pensaran o desearan cada uno de los municipios de ese área en torno a la capital. «Es muy importante», dice, «que esa organización, la oficina del plan, es totalmente municipal y los trabajos de revisión van a estar protagonizados exclusivamente por el Ayuntamiento».Tanto Nacho Quintana como Eduardo Leira se sitúan al frente de un equipo técnico compuesto por unas treinta personas que serán las encargadas de realizar físicamente la revisión del Plan General. «En su mayor parte», aclara Leira, «serán urbanistas. A ellos se les añadirá un buen número de especialistas en distintos temas relacionados con la ciudad, el transporte, los equipamientos de todo orden. Pero serán unos especialistas instrumentales. No se trata, de tener un gran teórico en el equipo, sino de poder realizar inmediatamente el plan, un plan muy concreto, además».

Los medios de que dispondrá el Ayuntamiento de Madrid para hacer la revisión salen, fundamentalmente, de la aportación económica hecha por Coplaco junto con las competencias legales de formalización de la revisión. Esa aportación económica del organismo de la Administración Central ha sido ya repartida por el Consejo de Municipios entre todos los ayuntamientos integrados en él. De los 460 millones que Coplaco ha aportado, casi 230, exactamente el 49,8%, ha ido a parar a manos del Ayuntamiento de Madrid.

«A esos 230 millones que hemos recibido de Coplaco», añade Nacho Quintana, «habrá que sumarle los treinta o cuarenta con que el Ayuntamiento nutra la creación de la oficina encargada de la revisión».

Control político de la revisión

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El propio Nacho Quintana explica que «la oficina técnica de redacción del Plan General Municipal de Ordenación Urbana de Madrid, como se denomina oficialmente este nuevo ente -aunque, en la práctica, va a ser conocido como la oficina del plan-, es un organismo municipal con personalidad jurídica propia, cuyo fin es hacer el nuevo plan general de la ciudad. Pero no va a ser un organismo más dentro del Ayuntamiento, que va a trabajar por libre y que, al final de su trabajo, presentará sus resultados, con independencia de lo que el resto del Ayuntamiento piense o necesite. Por otra parte, tampoco va a estar sometido al constante control de los innumerables órganos de poder con que cuenta la Corporación, en forma de comisiones informativas, gabinete de coordinación, comisión permanente, pleno ...»«Se ha creado dentro del Ayuntamiento un nuevo consejo», prosigue el gerente, «que habrá de ser el encargado de efectuar el control político de la actividad de la oficina. Ese nuevo consejo estará formado, no por casualidad, por los miembros que ahora integran el gabinete de coordinación municipal -el alcalde, los tres tenientes de alcalde y los concejales de Hacienda y Urbanismo-, a los que se les añadirán tres miembros del grupo de concejales de la oposición centrista, dos de ellos integrados ya en la comisión informativa de urbanismo, Luis María Enríquez de Salamanca -que también ocupa e cargo de director general de Urba nismo en la Administración cen tral- y Antonio Vázquez. A ellos se les añadirá el actual portavoz de UCD en el Ayuntarniento, José María Alvarez del Manzano.

La pregunta acerca del plazo de que dispone la nueva. oficina para revisar el plan general es contestada casi a dúo: dos años. «Ese plazo», explica Eduardo Leira, «se establece, lógicamente, por el tiempo que falta hasta la celebración de las próximas elecciones municipales. Se hace necesario, aparte de la urgencia de que Madrid cuente con un nuevo plan general, que la revisión no pueda convertirse en un artria arrojadiza en el momento en que comience la campaña electoral que se avecina».

Las elecciones de 1983

De todas maneras, la revisión del plan general será, inevitable mente, un punto importante en la campaña electoral de 1983.-Sin duda. Pero ya lo fue en las de 1979. Además, los pasos que debe cumplir la revisión harán que cuando éstas lleguen, el gran paquete de la revisión haya sido ya superado. El avance del plan que el Ayuntamiento deberá presentar ante Coplaco estará listo en un plazo de meses. Después, las apro baciones inicial y previsional, con las modificaciones que posible mente se introduzcan, constituirán un proceso ya alejaco de la gran discusión de estos primeros meses de 1981.

Los Programas de Acción Inmediata (PAI) promovidos por Coplaco habrán de ser, necesariamente, dentro del proceso de revisión, elementos básicos, ya que, a través de ellos, ha sido posible conocer cada uno de los problemas urbanísticos de los barrios de la ciudad. «Pero no va a ser el único elemento informativo que manejemos», tercia Eduardo Leira. «Las informaciones que nos lleguen desde cada una de las juntas municipales de distrito serán igualmente muy importante».

El acceso de Nacho Quintana al cargo de gerente de la oficina del plan ha hecho necesario que abandonara la Gerencia Municipal de Urbanismo, que hasta ahora ocupaba. «Han sido dos las razones principales que nos han movido a ese trasvase», explica. «Por un lado, se hacía necesaria la presencia de una persona que, conociendo perfectamente el funcionamiento de la maquinaria municipal, pudiera servir de gozne en las relaciones entre la oficina, la gerencia y las juntas de distrito; por otro, serán vitales las relaciones informativas de la revisión hacia los ciudadanos, en orden a conseguir que ésta sea no ya un éxito únicamente técnico, sino un éxito ciudadano, habida cuenta de que el plan que resulte de estos trabajos habrá de ser un documento que ha contado desde un principio con la colaboración de todos los sectores sociales».

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