El general Eanes inicia un segundo mandato presidencial en Portugal

Antonio Ramalho Eanes tomó ayer posesión ante el Parlamento portugués para un segundo mandato presidencial de cinco años. «Juro por mi honor desempeñar fielmente las funciones en que quedo investido y defender y hacer cumplir la Constitución», dijo Eanes al pronunciar su declaración de compromiso.En el discurso pronunciado después, el presidente Eanes reafirmó, delante de los diputados, el Gobierno, el Consejo de la Revolución, el cuerpo diplomático y las altas autoridades militares y religiosas presentes en su toma de posesión, las grandes orientaciones de su acción como jefe del Estado portugués para los cinco próximos años.

Como en ocasión de la investidura del Gobierno, hace una semana, el general Eanes puso el acento sobre la necesaria solidaridad entre los órganos de poder elegidos por sufragio universal, sobre el diálogo y la búsqueda de los más amplios consensos «políticos y sociales entre intereses y concepciones eventualmente contradictorias».

Aunque no consideró su elección como una «victoria personal», recordó que el escrutinio del 7 de diciembre último significaba una derrota de «los proyectos de concentración formal de los poderes políticos», que, en su opinión, «bloquean las posibilidades de alternancia y dividen los ciudadanos» y una clara opción del electorado en favor de la revisión de la Constitución vigente.

El jefe del Estado portugués enunció sus responsabilidades y competencias como «supremo garante de la democracia y de la unidad nacional» y reivindicó un papel, definido por la Constitución, en «la política interna y externa» del país, sin injerencias en la labor gubernamental, pero a través de «una acción concertada» y del «respetuo mutuo».

El general-presidente recordó con firmeza los puntos sobre los cuales no abdicará de la «autoridad que impone la legitimidad democrática de su investidura»: búsqueda de soluciones negociadas a las situaciones de crisis políticas y sociales, respeto de las normas legales en materia de revisión de la Constitución, garantía de la estabilidad política a través de la creación de condiciones de alternancia en el poder.

En dos únicos puntos, el general Eanes se apartó de las consideraciones generales: para anunciar el cese de sus funciones de comandante en jefe de las fuerzas armadas «antes de finales de febrero» y para recomendar un mayor respeto del pluralismo democrático en la información, concretamente en la radio y la televisión.

El presidente socialdemócrata de la Asamblea, en su discurso de bienvenida al nuevo jefe del Estado, llamó también a la colaboración entre «los tres órganos que el pueblo portugués eligió: el Parlamento, el Gobierno y el presidente de la República», y deseó al general Eanes «que Dios le inspire y le proteja».

Al terminar su discurso, el presidente fue aplaudido por todos los grupos parlamentarios, socialistas y socialdemócratas en pie. Las ausencias más numerosas se registraban en la bancada socialista, en la que no figuraba Mario Soares, alejado hace varios días de la actividad pública por motivos de salud.