Un pesquero español, obligado a descargar en Guinea

El pesquero Martín de Porres, propiedad de una armadora de Vigo, se dirigía a descargar su pesca en Cádiz hace unas semanas, tras faenar en aguas de Guinea Ecuatorial, cuando recibió una comunicación ordenando que abandonase la ruta y se dirigiese a un puerto de Guinea para descargar allí la pesca, puesto que el Rey de España haría escala en aquel país, de regreso de su viaje a Gabón, y no había pescado fresco.

Según fuentes de los armadores, la descarga de pescado en Guinea Ecuatorial forma parte de un convenio entre los Gobiernos de este país y el español, como contrapartida a las licencias de pesca en aquellas aguas, y regularmente alguno de los pesqueros que faenan allí tiene que descargar en puertos guineanos.

En esta ocasión, parece que la necesidad de disponer de pescado fresco para la comida del Rey de España obligó a precipitar los planes, ya que el Martin de Porres tenía previsto descargar la pesca en Cádiz y se vio sorprendido por la urgencia de dirigirse a tierra. Las cosas se complicaron, porque no había personal en el puerto guineano para efectuar la descarga de pescado y tuvieron que hacerla los propios tripulantes, además de soportar otros perjuicios derivados de una escala en Dakar para repostar y otras vicisitudes.

Aunque los armadores han preferido no dar importancia al asunto, contemplándolo como parte de las obligaciones relacionadas con la obtención de licencias de pesca, parece ser que el Gobierno español, de quien partió la orden de descargar en Guinea Ecuatorial, todavía no ha abonado el valor de la pesca y los perjuicios económicos causados a los armadores por la urgencia de la operación. La pesca descargada se valoró en unos nueve millones y medio de pesetas, a los que habría que sumar otras cantidades por el exceso de consumo de combustible, la descarga del pescado, viajes de los armadores, y cinco entradas en puerto, entre otras cosas.