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Los vecinos de Cerezo de Riotirón se encierran en sus casas por los incidentes de Crimidesa

Hoy, el pueblo de Cerezo de Riotirón permanecerá todo el día en un paro total, permaneciendo los vecinos en sus casas, cerrando puertas y ventanas, como protesta a lo que consideran una actuación desproporcionada de las FOP, el pasado día 12, a consecuencia de la cual Alberto Miguel Busto, miembro del comité de huelga de Crimidesa, resultó herido de bala en una pierna. A este acuerdo de la asamblea de mineros se ha adherido el Ayuntamiento de Cerezo, dictando un bando en el que se llama a los vecinos a que se unan a la protesta.

Los mineros acordaron también pedir a los partidos parlamentarios, en especial al PSOE y al PCE, que recojan las cincuenta firmas necesarias para entablar urgentemente un recurso de anticonstitucionalidad a las tareas de mantenimiento con producción y al hecho de que se saque este producto elaborado en tareas de mantenimiento durante la huelga, al mismo tiempo que se convoque un debate de urgencia en el Parlamento sobre estos temas.En el caso previsible de que la empresa haga nuevas retiradas de material, la única respuesta que quedaría por parte de los trabajadores será colocarse de uno en uno a lo largo de la calle principal del pueblo, permaneciendo absolutamente parados y silenciosos. Partidos y sindicatos de izquierda, a excepción de los socialistas, han pedido, en un escrito conjunto, la dimisión del gobernador civil, «ya que en su actitud de proteger la salida del producto les ha demostrado ser sólo el gobernador de unos pocos», al mismo tiempo que consideran totalmente desproporcionada, con la protesta de los trabajadores, la violencia empleada por las FOP.

Sobre los sucesos del pasado lunes, durante los cuales resultaron heridos leves dos guardias civiles y Alberto Miguel Busto, el Gobierno Civil de la provincia ha dado un comunicado oficial en el que dice que, cuando sobre las 17.15 horas del pasado lunes, un camión del servicio de la empresa Crimidesa procedía a sacar de las instalaciones de la mina una carga de material procedente de las labores de mantenimiento, se encontró interrumpida la calle principal de Cerezo por una barricada formada por vigas y otros objetos, por lo que fuerzas de la Guardia Civil, que había montado un servicio en prevención de que el orden público fuera alterado, retiraron la barricada, mientras que las mismas personas que la habían colocado y otras que se les añadieron iniciaron la formación de nuevas barricadas, las cuales también fueron desmontadas por la Guardia Civil, quien se vio continuamente hostigada desde las partes altas del pueblo (Cerezo se halla construido escalonadamente sobre la ladera de una colina) con el lanzamiento de piedras y ladrillos. Todo esto, según la nota oficial, hizo que la policía se viera obligada a usar medios antidisturbios.

Herido de bala

Con posterioridad a estos hechos, que varían según la fuente, .ya que los mineros afirman que la Guardia Civil empezó usando agua a presión contra una barrera de mujeres que impedía pacíficamente el paso al camión, ingresó en la residencia sanitaria de la Seguridad Social de Burgos Alberto Miguel Busto, miembro del comité de huelga, que fue intervenido quirúrgicamente por heridas producidas por bala en una pierna. Según la nota del Gobierno, las heridas fueron producidas, «al parecer, por el rebote de una bala», mientras que el propio minero manifestó a una emisora local que le había disparado desde una distancia de dos metros un sargento primero de la Guardia Civil.Ayer, el estado del herido era calificado en la residencia como «Mejor que el día anterior», pero sin facilitar parte médico. Para el esclarecimiento de los hechos, el gobernador, Manuel del Hoyo, ha ordenado que se abra una investigación judicial.

El asesor de la empresa Pedro Arriola manifestó a EL PAÍS que su no comparecencia a la reunión que estaba prevista para el mediodía del lunes fue debido a la imposibilidad de encontrarse en Burgos a esa hora debido al temporal ce nieve, que llegó a esta ciudad en la madrugada de ayer, tras pasar trece horas y media en el tren, en el que venía desde Madrid, pero que de todas formas su intención era no sentarse a negociar hasta que los camiones hubiesen salido del pueblo, ya que el lema del material no era ni es negociable; «la empresa no iba a negociar nunca su derecho a retirar su producto. Sabíamos que el lunes iba a haber incidentes por las declaraciones de Comisiones de intentar impedir la salida del material por medios pacíficos. Esta es la cuarta vez que se producen incidentes graves».

Al cierre de esta edición, la situación era de total normalidad en le pueblo, y en el Gobierno Civil concluía una reunión entre representantes de la empresa y de los trabajadores, con el acuerdo de iniciar negociaciones para poner fin al conflicto.

Por su parte, el Grupo Comunista del Congreso presentó ayer una pregunta al Gobierno, solicitando la retirada de la concesión a la actual dirección de Crimidesa.

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