Restablecido el suministro de gas a Valencia tras la explosión del pasado domingo

Un muerto y dos heridos es el balance de la explosión fortuita que destruyó la sala de transformación de la planta de Gas Lebon, de Valencia, que dejó a la ciudad y su entorno sin suministro durante parte del domingo y lunes. Ayer fue restablecido el servicio de gas, aunque la empresa solicitaba a los valencianos un consumo moderado.

La explosión se produjo pocos minutos antes de las doce de la mañana del domingo, momento en que se dejó sentir una sacudida seguida de una gran llamarada. La detonación procedía de la sala de ventiladores. Su onda expansiva, así como el incendio ocasionado, afectó especialmente a los cuadros de mando y control, que es la parte más delicada para la fabricación del gas, hecho que provocó el corte del suministro ciudadano.Francisco Pérez Lázaro, de 54 años, murió a causa de las lesiones que le hicieron las tuberías y maquinaria que le cayeron encima. Los dos trabajadores heridos estaban haciendo la lectura habitual de contadores. A Casildo Romero Escudero le alcanzaron los cascotes de un muro que se derrumbó por la explosión. Sufre heridas de pronóstico reservado, como su compañero, José Ramón Gorriz Bea. Ambos se recuperan de las heridas en el Hospital Clínico.

Sobre las causas de la explosión, las fuentes consultadas subrayan su carácter fortuito. El director de fabricación, Manuel Rives, señaló:«Todo hace suponer que ha sido un fallo técnico dentro de la nave de fabricación».

Cuando se produjo la explosión en la planta, que se encuentrajunto a la avenida que lleva al puerto, cercada por fincas urbanas y otras industrias peligrosas, sólo estaban dentro seis trabajadores. Uno de ellos, el portero, comentó poco después: «Me disponía a tomar el almuerzo, de repente volé por los aires y caí al suelo». Este empleado se encontraba a centenar y medio de metros del epicentro de la explosión.La alarma se extendió entre el vecindario, que, por ser un domingo, había alargado el sueño y se disponía a iniciar la jornada sin prisas laborales. Algunos se echaron a la calle atemorizados por el peligro de que el incendio afectara a otras zonas de la planta, conside rada un polvorín por los moradores de la barriada, que pueden divisar a escasos metros, desde sus casas cualquier incidencia de los depósitos del gas.Sin embargo, las consecuencias de la explosión se dejaron sentir en más de 60.000 hogares valencianos, que se quedaron poco antes de la hora de la comida sin gas.

Peligroso emplazamiento

Aunque inicialmente la empresa anunció que se tardaría dos o tres días en restablecer el servicio, ayer por la mañana, debido a los rápidos trabajos de puesta en marcha de la planta industrial, el gas llegó de nuevo a las viviendas. A sus usuarios se recomendó que procurarán utilizar el gas imprescindible, ya que todavía no estaba enteramente normalizado el servicio. Asimismo, su utilización sin restricciones podría crear graves problemas a los centros hospitalarios y agotar el escaso volumen de gas que había permitido abrir de nuevo un suministro de urgencia a la ciudad.La explosión ha puesto de actualidad nuevamente el polémico Plan Parcial 14, ya que su catalogación industrial del último siglo, por encontrarse en una zona próxima al antiguo cauce del río Turia, se ha modificado en los últimos tiempos, al levantar entre las industrias nuevos bloques de viviendas. Esta peligrosa convivencia urbana hace que esté catalogado como el barrio con más alto índice de contaminación de la ciudad y que, de cuando en cuando, salte la alarma, como el domingo