Críticas en el seno del PCE a la influencia soviética en el PSUC

La reunión del pleno del ejecutivo del Partido Comunista de España (PCE), convocada con carácter extraordinarlo para analizar el abandono del eurocomunismo en el PSUC, se prolongó durante toda la jornada de ayer. Anoche, a la hora de cerrar esta edición, proseguían las conversaciones, si bien se adelantó que no habría información oficial hasta hoy, martes.Según pudo saber EL PAIS, la reunion comenzó con el informe de la delegación del PCE que asistió como observadora al V Congreso del PSUC, encabezada por Ignacio Gallego e integrada por los secretarios generales regionales. Sus conclusiones hari sido, en principio, muy desfavorables a los cambios originados en el congreso de los comunistas catalanes. Una parte importante de las observaciones de esta delegación estuvieron centradas en el «respaldo» que en su opinión ofreció la Unión Soviética a la corriente «prosoviética» catalana. Según fuentes de total fiabilidad, habrían sido tres los factores que fundamentalmente les indujeron a obtener dicha conclusion.

De un lado, el «lenguaje» empleado por algunos de los ponentes «afganos», que utilizaban expresiones tales como «la gloriosa revolución rusa», «nuestros hermanos soviéticos» o incluso, como manifestaría a este periódico un delegado del PSUC presente en los debates; de la ponencia sobre política internacional, la siguiente frase, pronunciada a propósito de la invasión soviética en Afganistán: «No debemos olvidar, camaradas,», dijo textualmente, «que detrás de los tanques han ido el trigo y los alfabetizadores». «Estas ideas y esta manera de expresarse no la han aprendido estos militantes de la. Prensa o los debates del PCE, sino de la de Tiempos Nuevos», añadiría la citada fuente.

Por otra parte, la delegación ha podido constatar, y así lo informó ayer, que desde hace unos meses ha habido un incremento importante en la distribución de la propaganda soviética. «En algunas organizaciones catalanas se distribuía, se leía y se discutía la Prensa de la URSS, y no el Mundo Obrero o Treball (portavoz de Prensa del PSUC)». Junto a ello, un tercer dato ha despertado asimismo las sospechas de los eurocomunistas: «Desde hace más de medio año han sido frecuentísimas las invitaciones para visitar la URSS, hasta los más pequeños cuadros del partido, hecho que nunca se había producido. Prácticamente todos los vuelos de Aeroflot», finalizaron, «han ido abarrotados última mente de comunistas catalanes».

Otro de los temas que, sin duda, ocupó el lugar preferente en la reunión fue la conveniencia o no de celebrar un congreso extraordinario, en el que el PSUC retornaría a su denominación de partido eurocomunista. Esta tesis es firmemente defendida por Carrillo, los eurocomunistas y los bandera blanca.