La semana de cinco días tiende a generalizarse en el Este
La semana laboral de cinco días que el sindicato independiente Solidaridad intenta implantar en Polonia, está entrando en vigor en la mayoría de los países socialistas.La duración media del trabajo semanal oscila entre cuarenta y 43 horas, repartidas, según los países, entre cinco y seis días. Polonia, con un total de 46 horas semanales, constituye una excepción, junto con Vietnam y China, único país socialista que en 1981 sigue aplicando la semana de 48 horas.
Los que más trabajan son los coreanos del norte y los chinos, y los que menos, los soviéticos y los cubanos. Estos últimos no llegan a cumplir cuarenta horas semanales. Los soviéticos trabajan cinco días, ocho horas, y los cubanos, seis días, seis horas y media. En la URSS no se trabaja el sábado ni el domingo, excepto si los objetivos del plan no se cumplen.
En la República Democrática Alemana (RDA), una nueva legislación que entró en vigor el 1 de enero de 1978 generalizó la semana de cinco días, excepto en la enseñanza.
En términos generales, la semana de cinco días ha sido progresivamente instaurada en los países del bloque del Este, con algunas particularidades en función de la legislación de cada país. Por ejemplo, los trabajadores rumanos y húngaros sólo se benefician, por ahora, de un sábado libre de cada dos.
En Bulgaria y Checoslovaquia, desde la instauración de la semana laboral de 42 horas y treinta minutos, y, de cinco días, los días festivos no trabajados son recuperados, trabajando sábados y hasta, acaso, domingos. En los países socialistas europeos, los sábados socialistas, en los que los ciudadanos trabajaban voluntariamente los sábados, tienden a desaparecer, aunque en Yugoslavia, con motivo de la enfermedad de Tito, fueron parcialmente restablecidos. En la URSS y Bulgaria sólo subsiste aún un sábado socialista al año.
