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ANDALUCIA

Un recluso muerto y cinco heridos graves en una cárcel municipal de Marbella

Una persona resultó muerta y otras cinco heridas de gravedad a consecuenicia del incendio registrado en la noche del jueves en el depósito de arresto municipal de Marbella, un edificio sin condiciones para la función que venía cumpliendo, situado en las murallas del castillo. Otros ocho reclusos sufrieron quemaduras calificadas como menos graves, y dos, un hombre y una mujer, consiguieron huir, aunque fueron detenidos ayer por la Guardia Civil. En un principio se creyó que el recluso muerto lo fue por el incendio, si bien el informe forense ha revelado que fue apuñalado, y que quizá el incendio fuera provocado para encubrir el asesinato.

El alcalde de Marbella, el socialista Alfonso Cañas, declaró ayer a EL PAIS que temía que esto pudiera ocurrir en cualquier momento, dadas las pésimas condiciones del arresto municipal.El incendio se inició a las 22.30 horas, aproximadamente. Según parece, algunos reclusos amontonaron varias colchonetas y mantas junto a la puerta y las prendieron fuego. Antonio Moya Molina, de veinticuatro años, de Fuengirola resultó muerto por asfixia, según se creyó inicialmente, aunque las versiones disponibles anoche indicaban que había sido apufialado con anterioridad.

El alcalde de Marbella tuvo conocimiento de lo que había ocurrido a las 23.30 horas. Los bomberos fueron avisados a las 22.55 horas, y media hora más tarde el incendio quedó extinguido.

El vigilante que se encontraba de servicio -un empleado municipal- ha declarado que alrededor de las once de la noche escuchó voces pidiendo auxilio y vio salir humo por la puerta, por lo que avisó a la comisaría de policía situada frente al edificio. Acudieron entonces miembros de la policía y de la brigada municipal de acción inmediata, que se ocuparon de trasladar a los heridos a la clínica de Marbella, de donde pasaron posteriormente a la residencia de la Seguridad Social Carlos Haya, de Málaga. Los heridos graves son Antonio Aparicio Triano, José Alcázar Navarro, Lorenzo Ruiz González, Beller Herbert, de Mónaco, y Hans Nothe, súbdito alemán.

Los reclusos que se evadieron son dos jóvenes gallegos: Antonio Cánovas Berzal, de veintiún años, y su amiga Antonia Alvarez García, de veinte. A la 1.30 horas fueron vistos en una urbanización situada a unos diez kilómetros de Marbella, pero no fueron detenidos hasta media tarde.

«Incomprensiblemente», declaró ayer a EL PAIS el alcalde de Marbella, «el arresto municipal alberga durante más tiempo del que sería lógico a personas que están bajo tutela judicial, por lo que el arresto no es tal cosa, sino que está haciendo las funciones de una prisión comarcal». La capacidad ideal del depósito de arresto es de unas doce personas, y, según el alcalde, en ocasiones ha llegado a albergar a cuarenta reclusos.

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Desde que tomó posesión de su cargo, el alcalde de Marbella ha realizado numerosas gestiones con el objeto de solucionar el problema, sin resultado positivo hasta el momento. «En una primera visita, cuando vi las condiciones infrahumanas en que vivían los reclusos, introduje algunas mejoras en la medida de nuestras posibilidades, tales como dotar al edificio de nuevo mobiliario, adquirir sábanas y colchonetas nuevas, etcétera. Igualmente se dispuso dar a cada recluso una comida caliente al día, pues también en este aspecto las deficiencias eran graves».

Con posterioridad la comisión permanente del Ayuntamiento aprobó varias mociones tendentes a terminar de una vez por todas con la anómala situación del centro. En mayo, el alcalde se entrevistó con un nilembro de la secretaría particular del subsecretario de Justicia para exponerle la situación.

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