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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Involución en la Iglesia

Asombro e indignación nos ha producido la noticia publicada en EL PAIS (4-1-1981), sobre requerimiento de la jerarquía para la dimisión de tres sacerdotes, ministros en Nicaragua. ¿Por qué esta incompatibilidad? Si la misión sacerdotal es sólo lo sagrado, ¿por qué se permite a miles de sacerdotes que dediquen su vida a la enseñanza de ciencias profanas? Comparando esta actividad con la política, resulta que ésta está más cerca de la evangelización que aquélla. Abraham, Moisés, David, fueron religiosos y políticos. El tema central de la predicación de Jesús fue el reino de Dios. Reino de justicia, de paz, fraternidad, etcétera, que, además de espiritual y escatológico, tiene una dimensión política, aquí y ahora, reconocida por acreditados teólogos modernos. Es lógico que estos sacerdotes, con marcada vocación política, traten de establecer el Reino en su patria; lo que, por cierto, están haciendo muy bien.No obstante, la jerarquía les invita a dimitir, con lo que les pone entre la espada y la pared: o fidelidad al Evangelio u obediencia. ¿Qué se pretende con ello? A los obispos españoles, procuradores en Cortes o.consejeros del Reino, no se les puso en semejante disyuntiva durante largos años, y como este ejemplo, mil. Luego podemos concluir que no es la política lo que molesta en Roma, sino su signo. Como a nosotros, pero al revés. Nos disgusta una Iglesia ligada al poder y que se arrogue la exclusiva en política, como demuestra el hecho que comentamos y el intento de yugular el espíritu de Medellín, la teología de la liberación y demás movimientos proféticos que han surgido en Latinoamérica durante la lucha emancipadora. Espíritu y teología avalada por la sangre de los mártires.

Entre tanto, ¿qué se hace en Europa? Los obispos alemanes aconsejan que se vote al bávaro Strauss. Los italianos, a la desacreditada democracia cristiana, etcétera. Es evidente que mientras en Latinoamérica se vigoriza la Iglesia, en Europa involuciona, en el sentido biológico de la palabra. Pero la resultante la da la media de todos los continentes y ésa, seguramente, es positiva. En definitiva, optimismo. Nunca nos abandonará la Providencia. /

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