Un sector de la Prensa italiana se rebela contra el silencio en los temas de terrorismo

Está creciendo el número de declaraciones de periodistas que se oponen al «silencio de Prensa» que se han impuesto muchos órganos de información y la radiotelevisión sobre el tema de los comunicados llegados del mundo del terrorismo.Los primeros que han roto el fuego han sido los informadores del TG 2, es decir, los servicios informativos del segundo canal de televisión, de orientación socialista. En una nota publicada ayer en el diario Repubblica, declaran que se disocian de las directivas generales de la empresa RAI-TV y que seguirán informando, porque «callarse las noticias no ayudaría a combatir el terrorismo, crearía desorientación, favorecería el alarmismo y, sobre todo, privaría a los ciudadanos de un derecho fundamental en una democracia: el de ser informados».

Le ha seguido el director del diario de Génova Il Lavoro, Giullano Zincone. Se trata de un diario de la cadena de Rizzoli, del grupo Corriere della Sera, el primero que se impuso el silencio de Prensa. Zincone presentó su dimisión después de haber publicado en primera página un comunicado del comité de redacción que criticaba la decisión de la empresa Rizzoli. En él se decía: « Es inadmisible que la propiedad editorial pueda emanar directrices que limiten la información».

Por su parte, el mismo Corriere della Sera se vio obligado ayer a publicar un artículo del famoso escritor Enzo Biagi, colaborador fijo del periódico, en el que se afirma que la información sobre las peticiones o los comunicados de los terroristas «no es un problema de la dirección general del grupo editor, sino un problema de conciencia que nada tiene que ver con los organigramas de la empresa. Yo, que no estoy de acuerdo, ¿debería haberles consultado?» El diario ha publicado el artículo con una apostilla en la que se defiende la postura tomada por la dirección.

Otros dos escritores de primera plana, de orientación socialista: Paolo Flores d'Arcais y Ernesto Galli della Loggia enviaron ayer una carta y 100.000 liras a los diarios Il Manifesto y Lotta Continua, ambos de la nueva izquierda, en la que se afirma que, «aunque nuestras posiciones políticas no son las vuestras», han querido realizar un gesto tangible de gratitud a dos periódicos que con mayor claridad que todos los demás han rechazado todo tipo de tentación,de autocensura. Los citados escritores añaden: «Hasta que el Parlamento no declare el estado de guerra, no reconocemos a nadie: director de periódico, editor, ministro, etcétera, el derecho de decidir qué cosas debemos saber y cuáles no», afirma la carta.

El diario Repubblica, uno de los que desde el primer momento, junto con Il Messaggero, había decidido también seguir informando «con sentido crítico» y que se están agotando todos los días, publicó ayer una editorial en la que se decía: «Contemplad los diarios que desde hace tres días han aplicado el silencio de Prensa sobre el terrorismo: parecen la imagen de la gaceta oficial. Abren el periódico con el discurso de Forlani a los carabinieri o de Fanfani al Senado, y presentan a un país compacto, bien ordenado y bien gobernado. Han bastado 48 horas para que, leyendo aquellos diarios, Italia parezca Suiza». Más duro aún, el escritor Glorgio Bocca que, en una entrevista, llega a decir que en realidad Corriere della Sera y su grupo de diarios han acatado el silencio de Prensa porque se hallan en un momento económico difícil y de este modo les será más fácil acceder a los bancos y a las ayudas del Gobierno.