_
_
_
_

El príncipe Carlos de Inglaterra desea un "mal año" a la Prensa

El príncipe Carlos de Inglaterra, heredero de la Corona, ha deseado un «mal año» a los directores de los periódicos británicos, confirmando así la degradación de las relaciones entre la familia real y la Prensa. Dos diarios londinenses reaccionaron ayer enérgicamente contra los propósitos del hijo mayor de la reina Isabel II.Mientras cazaba el faisán en Sandringham, en el condado de Norfolk, en la costa este de Iglaterra, el príncipe de Gales se dirigió a los fotógrafos de Prensa que le seguían, y afirmó: «Aprovecho esta ocasión para desearles a todos un mal año, especialmente malo para sus directores». El príncipe Carlos continuó su partida de caza después de que los fotógrafos le desearan un feliz año.

Esta declaración del heredero de la Corona ilustra, una vez más, la degración de las relaciones entre Fleet Street -calle londinense donde se editan los principales diarios británicos- y la familia real. Desde hace varios meses, el palacio de Buckingham ha manifestado su descontento con la Prensa por la forma con que ésta ha tratado el supuesto idilio entre el príncipe Carlos y lady Diana Spencer. La gota que ha colmado el vaso fue la información publicada por el Sunday Mirror sobre un supuesto encuentro clandestino del heredero con lady Diana a bordo del tren real.

Las vacaciones que la familia real de Inglaterra pasa tradicionalmente todos los fines de año en el castillo de Sandringham han sido motivo de incidentes entre los periodistas y la familia real. La reina. Isabel pidió a los reporteros que «se marcharan» cuando fotografiaban a su nieto Peter, de tres años, hijo de la princesa Ana. Los diarios británicos han enviado legiones de periodistas a Sandriangham ante la posibilidad de que lady Diana se encontrara con el príncipe Carlos.

«La familia real debiera cesar sus escaramuzas con la Prensa antes que esto se transforme en una verdadera batalla», escribía ayer el Daily Mirror, el diario de mayor difusión de la Prensa bitánica. «La vida de los miembros de la familia real no puede ser enteramente privada. La publicidad forma parte del precio que pagan por sus inmensos privilegios. Ellos quizá estén hasta las narices, pero si la indiferencia reemplazara a la curiosidad, la monarquía estaría amenazada», añade el periódico.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_