Fomento de la religión
Quiero denunciar una injusticia más del grupo ideológico que monopoliza la «enseñanza privada», sostenida, por las subvenciones, con el dinero de los ciudadanos españoles. Durante siete años he trabajado como profesora de EGB, impartiendo clases de Lengua Española y Area Social en el colegio subvencionado Dulce Nombre de Jesús, de las Hijas de Caridad, sin encontrar problema alguno en el orden académico e ideológico y habiéndose subrayado en el último claustro de profesores -26 de junio de 1980- mi calidad profesional.Sin embargo, a mitad de septiembre, después de las evaluaciones, cuatro días antes de empezar las clases, y sin previo aviso, me envían la carta de despido que parece ser no tuvieron el valor de entregarme personalmente en mano.
La dirección del colegio, por otra parte, ha tratado de justificarse ante la junta directiva de la asociación de padres afirmando que yo respetaba la religión, pero no la fomentaba en mis alumnas.
Ante esto y, sobre todo, teniendo en cuenta que no es un hecho aislado, ya que me consta se han producido otros despidos en colegios de las Hijas de la Caridad ¡que ironía!) de Madrid, habría que plantearse una serie de cuestiones.
La mayoría de las familias que llevan sus hijos a los centros de religiosos, ¿es por la formación religiosa o por ser centros privados y subvencionados? En los colegios de religiosos, ¿importa realmente la cultura, la auténtica educación o, ante todo, hacer proselitismo? La «libertad de enseñanza», que tan arduamente esgrimen estos centros, ¿es una opción libre para los padres o sólo para quienes dirigen los centros?
¿Qué sentido tiene para los trabajadores dé la enseñanza privada que la Constitución, en su artículo 16, les garantice «la libertad ideológica, religiosa y de culto» y que el Estatuto de los Trabajadores les reconozca el derecho «a no ser discriminados para el empleo o, una vez empleados, por ideas religiosas o políticas ». /
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