Un modesto equipo de fútbol de Dolores (Alicante), repartió 3.250 millones del primer premio

«A todos los rojillos del pueblo nos ha tocado más que a los fachas», decía ayer José Joaquín Hernández, 44 años, alcalde socialista de Dolores (Alicante), un pequeño pueblo con algo más de 6.000 habitantes en la vega baja del Segura, al que fueron a parar trece series del gordo, 3.250 millones de pesetas. Las 39 series del 60.076, número que resultó agraciado, fueron vendidas por la administración número 1 de Almoradí, de la que es titular María Dolores Soto López, y devueltas posteriormente cuatro.

Ninguna serie completa se quedó en esta localidad. Dieciséis fueron al bar El Aguila, de Elche; trece, a Dolores, donde ayer era prácticamente día de fiesta; cuatro los repartió un vendedor ambulante en la zona de Crevillente, y otras dos fueron íntegramente vendidas mediante participaciones por la agrupación local del Partido Comunista de España (PCE) de Benejúzar, un pueblecito de 5.000 habitantes.En Dolores, la alegría se respiraba en la calle. Muchos comercios habían cerrado las puertas, y en los pocos bares que continuaban abiertos se agolpaban los vecinos para celebrar el acontecimiento.

Las trece series las había comprado y repartido el Club Deportivo Dolores, que tiene un equipo de fútbol de primera regional. Su presidente, Joaquín García Marco, de 37 años, casado, con cinco hijos, explicó a EL PAIS que durante los dos años que viene desempeñando este cargo compra lotería para el club en la administración de Almoradí. Junto con otras ocho per sonas forma parte de una sociedad limitada de construcción de vi viendas. Entre los nueve llevaban cinco décimos, por los que les ha correspondido a cada uno más de trece millones de pesetas. García Marco cuenta que la noche anterior, después de un partido entre el Dolores y el Santa Pola, vendió las últimas 30.000 pesetas.

«Incluso a un socio le dimos diez papeletas por novecientas pesetas, con lo que le regalamos una, y le han tocado quince millones de pesetas».

"¡Quema el camión!"

En Dolores había muchos agraciados con un décimo (veinticinco millones) o algo más, pero el que tuvo más suerte fue Julio Pérez Martínez, conocido como el Peña, militante del PC y que se dedica al reparto de agua potable con un camión cisterna de su propiedad en el campo de Elche.

A Julio casi lo aplastan los vecinos con sus muestras de contento. « ¡Hostia, hostia, doscientos millones! », decía uno a voz en grito, sin parar de abrazarlo, sin poder contener su alegría. « ¡Quema el camión, quémalo, que son doscientos millones! ». Contrastaba, sin embargo, con estas expresiones de júbilo la serenidad de el Peña, quien se había enterado nada más salir el gordo y había continuado trabajando.

«Me he enterado en Elche», decía, «pero después de saberlo todavía he echado tres o cuatro víajes». Julio Pérez tiene 37 años y cinco hijos, y dice que va a dejar pasar todavía unos quince días para pensar qué hace con los doscientos millones. Por ahora los meterá en un banco. «De momento voy a seguir mi marcha con el camión».

Los comunistas dan la suerte a UCD

En Benejúzar, a la puerta del PCE, un militante tiraba cohetes millones fueron repartidos por los comunistas. Manuel Ruiz García, ochenta años, secretario político de la agrupación, que tiene unos cuarenta afiliados, fue personalmente a Almoradí, como suele hacer siempre, a comprar la lotería para las participaciones del partido. A él, que es casado y tiene tres hijos, le han tocado 2.400.000 pesetas, y dice que lo primero que va a hacer con el dinero será pagar una operación de cataratas a su mujer, que tiene 73 años. El partido se quedó con ocho participaciones. «Si mis compañeros están de acuerdo conmigo», dice Manuel Ruiz, «compraremos un local, porque en éste estamos viviendo todos de alquiler».

Pero la lotería del PCE no sólo la han comprado los comunistas. José Berenguer, precisamente fundador de UCD en el pueblo, llevaba tres participaciones. «Esta mañana, bien temprano, se las he llevado yo a su casa, que estaba todavía acostado», decía el dirigente comunista. Berenguer compra siempre lotería del PCE. Según explican los comunistas, ya había resultado agraciado anteriormente en un sorteo organizado por el partido.