Una ayuda objetiva, incondicional
La desaparición, casi simultánea, de dos periódicos diarios -Informaciones y El Imparcial- nos vuelve a situar ante el problema, muy grave, de la crisis de la Prensa.(...)Como factores determinantes de esta crisis se suelen citar la inflación, la elevación de los costes -con referencia específica, a los precios del papel Prensa-, la antigüedad de las instalaciones industriales, la desviación de los anunciantes hacia otros medios,de comunicación, la falta de un a infraestructura de servicios públicos que permita una distribución más: rápida y barata.. En suma, un conjunto de causas que han colocado a la Prensa escrita, a la Prensa impresa, en una situación económica general -pues afecta a todos los periódicos- muy comprometida y difícil.
No hace mucho tiempo nos hemos referido concretamente a la desleal competencia que hace a la Prensa, en el ámbito de la publicidad, el monopolio estatal de la televisión. Pero aun, prescindiendo de este aspecto concreto, podemos reiterarotras consideraciones en favor de la Prensa, que siguen teniendo, a su vez, auténtico fundamento: en una democracia puede ayudarse a la Prensa con planteamiento sectorial, objetivo, sin discriminaciones de amistad u hostilidad, reconociendo, a favor de los periódicos, desde tarifas reducidas especiales en las comunicaciones que por su función necesitan, hasta los envíos por correo, por avión, sin olvidar procedentes desgravaciones fiscales y primas o subvenciones directas, o incondicionadas, al consumo de, papel que verdaderamente cadaperiódico realiza.
La insistencia máxima de las empresas periodísticas es la demanda de criterios objetivos para la aplicación de las medidas de ayuda. Para que, ante todo, no quede menoscabada en caso alguno la independencia redaccional,e ideológica de los periódicos. Y para que resulte claro, de cara a la opinión pública, que estas ayudas a la Prensa no significan privilegio sectorial alguno, sino compensación debida a ciertas condiciones adversas que se imponen, desde instancias estatales, a los periódicos.
20 de diciembre
