Gómez Llorente reivindica el socialismo radical de Fernando de los Ríos
«Temo que la operación rescate que se está llevando a cabo de algunas personalidades de izquierda, como la apresurada digestión de Manuel Azaña, responda a una maniobra de la derecha orientada a acallar malas conciencias», dijo el diputado socialista Luis Gómez Llorente en el curso de la interpretación que, hizo del pensamiento político de Fernando de los Ríos, a quien se dedicaron las dos últimas sesiones del ciclo sobre intelectuales españoles novecentistas -Ortega y Gasset y Gabriel Miró- organizado por la Cruz Roja, dentro de los actos sobre los derechos humanos.
Gómez Llorente, que junto al senador Justino Azcárate y Virgilio Zapatero, también diputado del PSOE, trazaron, el jueves pasado, el perfil psicológico del profesor granadino, embajador en la República, insistió en la idea de evitar una manipulación que convierta a Fernando de los Ríos en un pensador liberal burgués, cuando, en realidad, fue un socialista integral cuyos planteamientos críticos, tanto del capitalismo como del marxismo, están muy próximos a las tesis del socialismo radical.«Es lamentable que en la política española actual la izquierda haya olvidado las ideas que propugnó don Fernando toda la vida: la democracia y la educación como claves del cambio social», añadió Gómez Llorente. «Si De los Ríos no fue marxista se debe a su profundo liberalismo, que le impedía aceptar el determinismo y fatalismo del materialismo histórico».
Una personalidad profundamente humana, hombre de extraordinaria cultura, cristiano erasmista, según él mismo hizo constar en su tarjeta de emigrante a Estados Unidos, y, políticamente, «socialista de cuerpo entero». Así fue trazado el perfil de Fernando de los Ríos en el acto del jueves, continuación del que se desarrolló el día anterior, con participación del senador e historiador José Prat, el embajador Antonio Garrigues y Díaz-Cañabate, Francisco Giner de los Ríos, sobrino y secretario del homenajeado, y el prosista Manuel Fernández Montesinos.
«Mi versión del retrato psicológico de Fernando de los Ríos se inspira en el antiguo conflicto existente entre pensamiento y acción», dijo Garrigues. «En la política, este problema se plantea de forma dramática y la mayoría de los intelectuales que han caído en la tentación de intervenir activamente en política, personas como Ortega, Unamuno o Marañón, sólo lo han hecho de forma pasajera».
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