Satisfacción europea por el nombramiento de Haig

Los aliados europeos de Estados Unidos han reaccionado rápida y muy favorablemente al nombramiento del general Alexander Haig como futuro secretario de Estado de la Administración Reagan, mientras que la Unión Soviética ha optado, en principio, por un diplomático silencio. «Amigo de Europa», le llamó el portavoz del Gobierno de Bonn.Altos funcionarios de la OTAN, que coincidieron con él cuando ocupó, durante cuatro años y medio, la jefatura suprema de las fuerzas aliadas en Europa, recuerdan que el general Haig se enfrentó con el presidente Carter por haber aplazado la fabricación de la bomba de neutrones en 1978.

Joseph Luns, secretario general de la Alianza Atlántica, comentó a título personal que Haig «dará una nueva dimensión al diálogo trasatlántico entre EEUU y Europa».

Medios diplomáticos europeos han comentado positivamente el énfasis de Reagan, en su política exterior, en la necesidad de estrechar los lazos con los aliados. Mientras estuvo al frente del cuartel general de la OTAN, en Bruselas, Washington le acusaba de ser «demasiado militar» y Europa de ocuparse «demasiado de los aspectos políticos», en tanto que la izquierda calificó de «injerencia» su oposición pública a la presencia de comunistas en el poder en cualquier país miembro de la OTAN.

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