Una niña de cinco años, violada por su padre
Una niña de cinco años fue violada por su padre y un amigo de éste, ambos cabos primeros de la Legión, el pasado 30 de noviembre. Las dos personas se encuentran detenidas, aunque hasta ayer no se confirmó la participación del padre.A las tres de la tarde del citado día se denunció, en la comisaría del Cuerpo Superior de Policía de la barriada de San José, de Ceuta, una supuesta violación en la persona de la menor C. R. B. En el acto de la denuncia compareció el padre de ésta, F. R. R., cabo primero de la Legión, quien presentó parte facultativo en el que constaba que su hija, de cinco años de edad, había sido asistida de «desgarro perineal de tercer grado, producto de violación, con hematoma en cresta ilíaca derecha, zonas mamarías derecha e izquierda y hematoma en la región frontal derecha». La pequeña tuvo que ser ingresada en el Hospital Militar e intervenida quirúrgicamente.
En un principio las pesquisas policiales se dirigían a la busca y captura de un marroquí como presunto autor de la violación. Más tarde se pudo saber que se había detenido a dos cabos primeros del Tercio Duque de Alba, segundo de la Legión, como presuntos autores, aunque la policía ceutí no hizo pública ninguna nota oficial y llegó incluso a remitir a los periodistas al juzgado militar. En éste decían que «el asunto no ha entrado en la jurisdicción militar, pues existe una denuncia en comisaría».
Los rumores de que los presuntos autores de la violación habían sido el padre de la niña y un amigo crecieron en toda la ciudad. Las razones que se apuntaban en esos corrillos populares eran que ambos militares podrían encontrarse bajo los efectos de narcóticos, e incluso se llegó a decir que la madre de la niña también había sido detenida, pero nada de esto se pudo confirmar, pues la policía no decía nada. El Faro de Ceuta publicó en su número de ayer unas declaraciones del magistrado juez de primera instancia e instrucción de Ceuta, Villar Padín, quien confirmó de forma definitiva las dos detenciones, así como que había oficiado al capitán general de la II Región Militar, Pedro Merry Gordon, sobre el caso, y que se encontraba a la espera de la contestación de la Capitanía General de Sevilla para iniciar las diligencias oportunas. Según comentaba el juez de primera instancia, este delito es común, pues la ley de 21 de noviembre de 1978 lo contempla así, aun siendo protagonizado por militares, siempre que haya sucedido en domicilio familiar.
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