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Un mes a la intemperie porque la dueña de su piso no lo repara

Pedro Ortega Guzmán, de 31 años, empapelador de profesión, casado y con tres hijos de seis, cuatro y dos años, lleva más de un mes viviendo a la intemperie, después de que, el día 2 de noviembre pasado, el techo de la casa donde vive, en el número 11 de la calle de Orión, en el pueblo de Barajas, se hundiera como consecuencia directa, según los informes técnicos municipales, del abandono al que había sido sometido el edificio.Según pudo saber ayer EL PAÍS, la propiedad del edificio, de la que aparece como titular Enriqueta Rivero, se había negado sistemáticamente durante años, alegando diversas razones, a reparar la cubierta del edificio, origen constante de filtraciones de humedad. El arrendatario de la vivienda venía ocupándola desde hace unos cinco años y pagaba por ella un alquiler mensual de 5.000 pesetas.

La historia fue prolongándose hasta el día 2 del pasado mes de noviembre, en que la techumbre del dormitorio principal se hundió. Los bomberos acudieron a sanear el hundimiento registrado y a asegurarse de que el edificio no presentaba un peligro inmediato para sus ocupantes. Desde entonces, Pedro Ortega y su mujer duermen en el salón del piso, en tanto que sus hijos lo hacen en la cocina, el lugar menos húmedo.

No le quieren cobrar

A pesar de todo, y habida cuenta de la penuria económica en que se encuentran, Pedro Ortega decidió permanecer en la vivienda, por lo que acudió a pagar la mensualidad correspondiente del alquiler. Tal pago le fue rechazado, aunque cinco días después la dueña les reclamó el pago.Pocos días antes de tal reclamación, Pedro Ortega recibió una comunicación notarial en la que se le advertía que debía desalojar la vivienda, toda vez que la propiedad de la misma había solicitado la declaración de ruina del edificio. La familia Ortega permaneció en su casa, a pesar de la precariedad de sus condiciones. Mientras, una denuncia presentada en la Junta Municipal del distrito de Hortaleza, al que pertenece el Pueblo de Barajas hacía que los dueños recibiera una orden del Ayuntamiento para que, con la mayor urgencia, procedieran a la reparación del edificio.

Los informes elaborados por los técnicos municipales no hacen suponer, en principio, la existencia de una ruina real de la casa, sino, como mucho, unos desperfectos reparables por medios normales. Pero, habida cuenta de que la propiedad no parece dispuesta a repararla, el concejal presidente de la Junta Municipal, el socialista Valentín Medel, firmó ayer una comunicación dirigida a la Gerencia Municipal de Urbanismo, en la que solicita que sea incoado el correspondiente expediente de ejecución sustitutoria para que sea el Ayuntamiento quien realice las obras necesarias para posteriormente, pasarle el correspondiente cargo a la dueña.

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