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La viuda de Mao responsabiliza a su marido de la campaña de desprestigio contra Liu Saoqi

Jiang Qin implicó ayer a su marido, Mao Zedong, en la decisión de lanzar una campaña de denuncia contra el ex presidente de la República Liu Saoqi, durante la revolución cultural, según versiones que circulaban en los medios occidentales tras la sesión celebrada por el tribunal especial. La noticia no ha sido confirmada oficialmente, ya que los medios informativos chinos facilitaron referencias muy escuetas acerca de dicha sesión; únicamente mencionaron que el tribunal había rechazado algunos «sofismas» empleados por Jiang Qin.

Al parecer, la viuda de Mao sugiere que ella y otros miembros del comité para la revolución cultural actuaron, en el caso del presidente de la República, de forma legal y de acuerdo con «instrucciones superiores». De acuerdo con los hechos que el tribunal considera probados, las personas que decidieron «de forma arbitraria» sonieter a Liu Saoqi a una campaña de descrédito son Jiang Qin, Kang Seng y Chen Boda, quienes autorizaron un mitin público para «desenmascarar» al presidente y organizaron después la investigación sobre su persona y su familia.Liu Saoqi murió en la cárcel en 1969, y su mujer pasó doce años en prisión. La rivalidad política de Mao y Liu Saoqi es un dato histórico nunca desmentido, así como la oposición personal de Mao a que se cubriera el cargo de presidente de la República, una vez muerto Liu. Este presunto intento de Jiang Qin de implicar directamente a su marido -que la Prensa extranjera no puede comprobar, debido a la prohibición de acceder a la sala de audiencias- puede estar destinado a contrarrestar la imagen ofrecida hasta ahora por los acusadores, que incluyen a Mao entre las víctimas de las «camarillas contrarrevolucionarias».

En cuanto al tribunal militar, el general Giu Huizuo, ex subjefe del Estado Mayor del Ejército, admitió haber participado en una campaña de calumnia Y difamación contra Zhu, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, acusándole de «caudillo militar» -denominación que los comunistas chinos aplicaron a los militares del Kuomintang- y «ambicioso con pretensiones de liderazgo». Se confirma así, una vez más, que los generales de Lin Biao mantienen en este proceso una actitud favorable a la confesión de cuanto se les pide en términos generales, lo cual contrasta con el talante de algunos de los acusados civiles.

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