Fase delicada en las conversaciones españolas con el Frente Polisario
Las negociaciones iniciadas aquí el pasado 25 de octubre entre una delegación del Ministerio de Asuntos Exteriores español y otra del Frente Polisario, en torno a la liberación de los 36 pescadores españoles apresados por esta última organización, parecen atravesar una fase delicada, a juzgar por medios cercanos a las dos partes.
Tras una fase de exposición de argumentos, otra de reflexión y otra última, hasta ahora, de discusión en torno a un proyecto de declaración común, las dos partes no han conseguido limar las asperezas que separan sus planteamientos.La parte española no está dispuesta a estudiar el tema de la pesca en el banco sahariano con el Polisario, mientras éste mantenga en cautiverio a 36 hombres que no tienen responsabilidad política alguna en el conflicto. El Polisario insiste en que el objeto de estas discusiones es «la violación española de la soberanía saharaui sobre sus aguas territoriales», y considera la liberación de los pescadores como un tema accesorio.
El ministro de Información de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), Salem Uld Salek, quien lleva el peso de la negociación por el frente saharaui, afirmó ayer que «en estos últimos días hemos notado la voluntad de romper las negociaciones por la parte española».
Estas declaraciones, hechas de forma indirecta, no tienen la envergadura de un comunicado oficial, pero pueden considerarse como una «delicada» presión del Polisario sobre España, revelando de paso el cansancio que puede producirles la larga y laboriosa discusión.
Según declararon ayer a EL PAÍS medios cercanos a la delegación española, ésta no tiene afán alguno de ruptura, ni deseo de complicar las cosas, ni habría de otorgar una interpretación excesiva a un eventual regreso a Madrid de los emisarios, el embajador Emilio Casinello y el subdirector de la cancillería, José Cuenca, en la medida en que se mantendría el diálogo en todo momento a través de otras personas.
Hay, pues, un delicado problema de fondo que divide al Polisario y a los representantes españoles: la liberación de los 36 pescadores, objeto de presión y baza del frente saharaui, el cual estaría mostrando discretamente su descontento por la lentitud que se sigue en estas conversaciones.
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