Anárquica organización en la carrera popular de Canillejas-San Blas

La carrera popular de Canillejas-San Blas, que concentró el domingo a 4.000 corredores, resultó la de peor organización de cuantas se llevan celebradas hasta la fecha. Los promotores de la prueba vieron desbordados sus buenos propósitos por la masiva participación y comprobaron que para una carrera de este tipo no hace falta sólo voluntad. La Delegación Provincial de Deportes, que se comprometió a controlar este tipo de pruebas, debe pasar de las palabras a la acción y hacer que se respete, al menos, un mínimo de organización.Siete minutos antes de la hora prevista, la carrera se puso en marcha motivada por la sirena de la Policía Municipal, que buscaba situarse en cabeza. Nadie interceptó a los corredores que interpretaron la señal como un sustitutivo del clásico disparo y de esa manera hubo participantes que se quedaron fuera de la carrera al encontrarse todavía haciendo ejercicios de calentamiento por las proximidades. El hecho revistió mayor importancia, porque se anunciaron numerosos trofeos, a los que muchos no pudieron tener acceso por haberse situado en la salida cuando ya los primeros se encontraban a dos kilómetros de distancia.

El recorrido, de once kilómetros, tuvo un trayecto inadecuado en su principio, con calles estrechas en las que los coches no habían sido retirados, y por las que se circuló con gran dificultad, pues la carrera aún no se había estirado. Los organizadores intentaron desviar el recorrido poco antes, sin que accediera a ello la Policía Municipal, que con muy escaso personal acudió a la carrera, lo que motivó numerosos incidentes en los cruces por no establecerse prioridad de paso ante los coches.

Los últimos, como ya es usual, soportaron al máximo la mala organización al haberse acabado la bebida en el puesto de avituallamiento y las medallas en la meta, por lo que recibieron un vale para retirarla días más tarde.

La carrera fue ganada por García Caro, que encabezó la clasificación absoluta por delante de García Moreno y Martínez Heredia. En federados fueron primeros Oroyo, Fernández García y Palma; en veteranos federados, Odriozola, Moreno y Fowle; en populares seniors, Escobar, Fornies, Gómez Martínez, Delgado, Sergio Fernández, Víctor Martínez, Gallego, Hernández, Prieto y Corrazo, con Angel Domingo como primer local; en juveniles, Cebrián, Campo, Cortés, Gol, Piño y Delgado, con Plater como primer local; en infantiles, Barral, Taride, Crespo, Arroyo, Torres y Morcillo, con Regidor como primer local; en alevines, Menillas, Campos, Hoyos, Palencia y Jovar, con Juster como primer local; en veteranos, Celestino Pérez, Yonte, Aceña, Enche, Aurricoechea y Cisneros, con Chico como primer local; en extranjeros, Williamsson, Thompson y Hanratty; en senior femenina, María Luisa Quintanilla, Ana Montiel, Adela Ocaña, Ruth Roseman y Beatriz Fernández, con Elena Montes como primera local; y en juveniles, Mercedes Fontán, Montserrat Candil, Encarnación Beltrán, Mari Carmen Sánchez y Antonia Rubio, con Isabel Romo como primera local. Juan Jesús Parro, con cinco años, fue el participante más joven que acabó y Víctor Blanco, con 74, el más veterano.

Escasa actividad en cross

Pocas pruebas interesantes de cross se disputaron el domingo en España. La más relevante fue en Toledo, con victoria de Gaytán sobre Ortega. En el panorama destacó el cross de Nueva York, con el triunfo de Craig Virgin sobre Dan Dillon. Virgin es el actual campeón mundial de cross.