Rupérez denuncia en la CSCE un caso de violación del Acta de Helsinki cometido por la URSS contra un español

El embajador Javier Rupérez, jefe de la delegación española en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), hizo ayer una autocrítica sobre el cumplimiento por parte de España del Acta Final de Helsinki y denunció un caso concreto en el que la violación de dicho documento por un país signatario desembocó en la pérdida de la vida de un ciudadano español.«El pasado día 17 de julio», dijo Rupérez en su intervención ante el plenario de la CSCE, «un ciudadano español residente en un país aquí representado, tras haber agotado estérilmente los escasos procedimientos a su alcance para intentar regresar a su patria, en un acto de desesperación se quitó la vida. Dada la circunstancia adicional de que dicha persona residía en una ciudad cerrada dentro del país, el cónsul de España vio rechazada su solicitud de visitarle y atenderle».

Aunque el delegado español no citó al país en que se produjo este desgraciado suceso, fuentes seguras indicaron a EL PAIS que se trata de la Unión Soviética. El ciudadano español Andrés Sánchez se suicidó en la ciudad de Dniepropetrovks.

España reconoció que faltan por firmar acuerdos culturales e informativos con algunos Estados, y que la presencia de periódicos y libros extranjeros en bibliotecas y hemerotecas nacionales no es tanta como seria deseable, principalmente a causa de lo limitado de los presupuestos. «Pero», dijo el embajador Rupérez, «cuando diariamente 150.000 personas cruzan nuestras fronteras en los dos sentidos, es evidente que nos encontramos ante un país libre en el que las ideas y las personas circulan sin restricciones».

En la sesión de ayer de la CSCE, Estados Unidos reanudó sus críticas contra la Unión Soviética por la invasión de Afganistán, pese a lo cual el clima de la Conferencia de Madrid, en la que participan 35 naciones, parecía más distendido.

El copresidente de la delegación norteamericana, juez Griffin Bell dijo que «la paz y la invasión armada se excluyen mutuamente», si bien se mostró optimista respecto al futuro de los acuerdos de Helsinki. Bell mantuvo ayer por la tarde una larga conversación en la cafetería del Palacio de Exposiciones y Congresos con su colega soviético, el viceministro Leónidas llichov, en la que estuvo presente el embajador de la URSS en Madrid.