El Gobierno considera "inadmisible" la posición del PNV sobre el "Frente para la paz"

El Consejo de Ministros emitió ayer una dura nota sobre la posición del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en relación con el Frente para lapaz, que para el Gobierno es «sorprendente», «lamentable» e «inadmisible», entre otros calificativos. Por su parte, Xabier Arzallus, presidente del PNV, clarificó la postura de su partido, en declaraciones a EL PAIS, advirtiendo que no se trata de «poner condiciones para luchar contra la violencia, y mucho menos para justificarla».Los partidos que forman el frente iniciaron ayer por la mañana una reunión en San Sebastián, que se prolongó hasta pasadas las diez de la noche, porque los partidos representados estaban inmersos en una fuerte discusión sobre la interpretación del documento nacionalista en cuestión, informa nuestro corresponsal Victorino Ruiz de Azúa. En la reunión se congeló el trabajo de la comisión técnica, que había perfilado ya el conjunto de actuaciones orientado a sensibilizar y movilizar al pueblo vasco contra la violencia. La nota del Gobierno en respuesta al PNV dice:

«La dirección del Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha difundido un comunicado sorprendente y confuso que la opinión pública habrá de valorar en sus justos términos, pero sobre el que el Gobierno no debe guardar silencio».

«Es lamentable que un comunicado plagado de ambigüedades pretenda mezclar y confundir el terrorismo de ETA con los problemas económicos que afectan al País Vasco y a toda España».

«Resulta absolutamente inadmisible que se pretenda encontrar justificaciones políticas a la actuación terrorista de ETA y a otras acciones violentas cuando está en pleno vigor un Estatuto de Autonomía, elaborado con el apoyo y el voto favorable del PNV, que establece el autogobierno del País Vasco, que permite las máximas competencias y que reconoce la plena personalidad del pueblo vasco».

«El desarrollo del Estatuto se está llevando acabo con, la máxima celeridad, y de ningún modo tiene relación alguna con el terrorismo el estudio y la negociación de los conciertos económicos que corresponden al pueblo vasco, pero que han de hacerse sin privilegios ni discriminaciones, dentro de la debida solidaridad con los restantes españoles».

«Estima también el Gobierno que nadie puede sentirse "cargado de razón", como dice el comunicado del PNV, para matar, y lamenta la escasa responsabilidad de: la declaración de un partido con obligación de gobernar que, apenas iniciada su gestión, sugiere el abandono, considera "penosa" la arena política o cae en el deportivo desenfado de "tirar la toalla"».

«Del mismo modo, el Gobierno repudia cualquier posición política que no asuma frente al terrorismo la obligación de un rechazo total. Por ello es evidente la falta de solidaridad que el comunicado refleja, especialmente al llamar -frente hacia la galería- al Frente para la paz, que los partidos que de verdad quieren acabar con el terrorismo han constituido de forma conjunta».

Ante las interpretaciones, a su juicio «interesadas y malintencionadas», producidas en torno a la declaración de la dirección del PNV sobre el controvertido tema del Frente para la paz, Xabier Arzallus declaró ayer a EL PAIS, en Bilbao, que en aquélla «no se trata tanto de poner condiciones para luchar contra la violencia y mucho menos para justificarla, como de puntualizar en qué marco, en qué condiciones y con qué aliados puede resultar eficaz esa lucha».

«En manera alguna», afirmó también Arzallus, «hemos pretendido justificar en el comunicado el recurso a la violencia. Simplemente hemos recordado que mientras se siga sin llenar de contenido el Estatuto habrá jóvenes que se sientan impulsados a acusarnos de ingenuos por haber confiado en la vía institucional emprendida y, en esa misma medida, se sientan -lo que no significa que nosotros compartamos ese sentimiento- impulsados a acudir a vías violentas. Ignorar esa realidad es, sencillamente, ponerse una venda en los ejos».

Al referirse al símil boxístico «tirar la toalla » que empleó el PNV en su comunicado valorando la situación a que se- vería abocado el partido en caso de que UCD no se vuelque, en un plazo breve, en llenar de contenido el Estatuto vasco, Xabier Arzallus señaló: «No se trata tanto de una amenaza como de prever de que en ese caso nosotros, que nos liemos comprometido tanto con el Estatuto, corrio vía para la consolí ación e a democracia y solución a los problemas del País Vasco, nos veríamos sin instrumentos, sin razones para estar a la altura de ese compromiso, y la situación nos desbordaría».

«Además, y en relación con lo dicho», añadió, «hay que recordar que en el argot boxístico la expresión "tirar la toalla" se refiere más bien a la aceptación de una derrota que a amenaza alguna ».

Por su parte, el gobernador general del País Vasco, Marcelino Oreja, declaró a Efe en Vitoria que la postura del PNV le parece «preocupante y falta de responsabilidad», en los graves momentos que vive el País Vasco. Oreja considera que «el equívoco, la ambigüedad y la pretensión de: legitimar determinadas motivaciones es inadmisible, como lo es también la amenaza de retirarse de un frente contra la violencia».

Euskadilko Ezkerra (EE), en cambio, considera «muy positiva y valiente» la. declaración de la dirección del PNV, en un comunicado difundido ayer. En opinión de la coalición, la postura peneuvista tiene como principal mérito «ir a la raíz del problerna, exigiendo soluciones urgentes a quienes las tienen en sus manos».

También considera digno de apreciación «el tono de comprensión del PNV hacia las razones subjetivas de quienes acuden a las vías violentas».