El PNV pone condiciones para que pueda existir un "Frente para la paz"

Aunque manifiesta que seguirá participando en las reuniones de las fuerzas políticas «porque no pretende yugular una acción conjunta por la pacificación de Euskadi», el Comité Nacional del Partido Nacionalista Vasco (PNV), en un comunicado hecho público ayer, considera que la actuación unitaria de aquéllas no puede polarizarse exclusivamente contra la represión del terrorismo, y afirma que no podrá,hablarse de un frente conjunto «si no se asume la complejidad de temas vitales para conseguir la paz y defender la democracia», que resume en la necesidad de que se llene de contenido el Estatuto vasco y se solucione el tema de Navarra.

El comunicado de la dirección del PNV se inicia con una reflexión sobre la postura que frente al tema de la violencia tiene el partido, «que es consciente y participa», se dice, «de la creciente repulsa popular ante la sangre, la extorsión y los intentos de amedrentamiento que el pueblo vasco contempla y padece cada día en su cuerpo social».Señala luego el comité nacional en su escrito que el Partido Nacionalista Vasco, en comunicados reiterados, a través de las instituciones públicas en las que participa, o en la calle, de forma masiva, ha expresado hasta la reiteración, y de forma activa, esta repulsa y su voluntad de paz, «y lo seguirá haciendo, sólo o acompañado, mientras tales hechos sigan produciéndose». «Pero con igual reiteración», se añade, «el PNV ha proclamado que la violencia y el terrorismo en Euskadi han surgido de concretas motivaciones políticas, y que si alguna razón mantiene el apoyo de algunos sectores del pueblo vasco a ETA es precisamente el no ver ni creer en la instauración de una autonomía real».

En este sentido, el Comité Nacional del PNV considera que «el largo calvario» de la primera fase de las transferencias, la no devolución a Guipúzcoa y Vizcaya del concierto económico, «la trágica situación del Gobierno vasco ante el paro y la ruina económica de tantas empresas, sin poder arbitrar solución económica alguna», siguen siendo, entre otros, «motivos suficientes para que en el País Vasco, y por más comandos que la policía desarticule, siga habiendo jóvenes que se sientan cargados de razón para acusarnos de ingenuos o de farsantes y acudir a vías de acción violenta».

Como conclusión, el PNV afirma en su comunicado que la lucha por la paz empieza por el serio análisis de estos planteamientos y, en definitiva, por la potenciación de la autonomía vasca a través del cumplimiento de lo previsto en el Estatuto.

Solidaridad con UCD

Tras manifestar que el partido comparte el dolor y la angustia de la UCD vasca «ante la agresión inconcebible entre hombres civilizados a personas de su partido por el simple hecho de pertenecer al mismo», el Comité Nacional del PNV proclama en su comunicado «que el plazo se acaba», y amenaza: «Si en muy breve tiempo la UCD total y su Gobierno no pone de su parte lo que puede y debe poner para llenar el Estatuto, el Partido Nacionalista Vasco puede verse en el trance de echar la toalla en esta penosa arena política».

De una forma poco explícita y al tratar de alguna manera de poner condiciones para su eventual participación en un frente político vasco, afirma el PNV que «la situación está así de dura y que esta situación no puede polarizarse exclusivamente en la lucha contra unas "bandas armadas" o la "represión del terrorismo", y que no puede hablarse de un frente conjunto si no se asume la complejidad de temas vitales para conseguir la paz y defender la democracia».

«La creación de un frente hacia la galería», se indica, «es fácil, pero si por encima del verbalismo y de la espectacularidad no existen puntos coincidentes sólidos y un serio propósito de acción conjunta, las expectativas creadas y no realizadas empeoran la situación en vez de mejorarla».

Los serios reparos del PNV a aceptar la denominación de Frente es justificado, entre otras cosas, por el «desagradable recuerdo» que los peneuvistas afirman tener de la existencia del frente autonómico creado en las elecciones del 15 de junio de 1977 y en el que el PNV unió sus candidatos al Senado con los del PSOE y ESEI. «Uno de los compromisos fundamentales de aquel frente», se señala en el comunicado, «fue el referente a Navarra, y si hubo partidos, como el comunista, que han seguido fieles a lo pactado, otros, como el socialista o el carlista, se han apartado lamentablemente de la vía trazada».

Finaliza su comunicado el PNV afirmando que no pretende yugular una acción conjunta por la pacificación de Euskadi. «Todo lo contrario. Intentamos desde la opción nacionalista establecer el marco y las bases sólidas de tal acción. Pero tampoco pueden ígnorarse las consecuencias de un falso optimismo, ya que, dada la situación expuesta, quienes nos sentamos a una mesa para estudiar una andadura conjunta podemos vernos dentro de un mes o dos envueltos en una seria dinámica de enfrentamientos».