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La Diputación reestructurará sus servicios de gestión económica

La Diputación Provincial, a través de su delegación de Hacienda, ha comenzado por fin la reestructuración de sus servicios económicos, un objetivo poco espectacular de cara al ciudadano de la calle, pero que se configura como un paso adelante funda mental para que dicho organismo aumente su índice, de eficacia respecto al tratamiento y solución de las necesidades asistenciales de la provincia.

José Borrell, presidente de la Comisión de Hacienda, declaró que la estructura administrativa de la Diputación es absolutamente arcaica y, por tanto, ineficaz, y que esta reconversión es, hoy por hoy, uno de los objetivos máximos del equipo de gobierno de izquierdas. Con un tono de autocrítica, reconoció que la izquierda hizo mucho hincapié; antes de las elecciones municipales, en el mal funcionamiento de la Administración local y que, después de llegar al poder, no ha sabido o no ha tenido tiempo de mejorarlo sustancialmente.Hay que recordar que cuando la nueva Corporación se constituyó, a últimos de abril de 1979, el panorama interno administrativo con que se encontraron no podía ser más precario. En la Diputación, una empresa con más de 14.000 trabajadores y que anualmente maneja un presupuesto de unos 20.000 millones de pesetas, no contaba con ningún, técnico en gestión económica. Resultado: los planes de cooperación se aprobaban y ejecutaban sin saber realmente si la inversión se hacía en los puntos más necesarios, los trámites eran lentos, lo que repercutía en sus costos y, lo que es más grave, nadie tenía datos para atreverse a plantear medidas que mejoraran la gestión.

Después de año y medio utilizado en abordar problemas inmediatos, la delegación de Hacienda ha tenido tiempo por fin de comenzar a esbozar la reestructuración de los servicios económicos, para lo que se han creado cuatro nuevos servicios, al frente de los cuales habrá un director, nombrado personalmente por el delegado de Hacienda, José Borrell: Servicio de Estudio y Asesoramiento a los Municipios, Servicio de Organización y Sistemas Administrativos de la Diputación, Servicio de Planificación Presupuestaria y Financiación y Servicio de Control de Gestión.

Sobre este equipo de personas recaerá la tarea de conseguir que la Diputación tome el aspecto de una empresa, aunque sea pública, y para ello tendrán que decidir cómo, para qué y con qué objetivos se confecciona el presupuesto, siempre bajo las directrices políticas de la mayoría de izquierdas. Tendrán que investigar a fondo sobre el funcionamiento y la rentabilidad social que producen los grandes complejos que dependen de la Diputación, tales como residencias de ancianos.

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