El nuevo régimen de Guinea Bissau parece controlar la situación

El Consejo de la Revolución que tomó el poder en Guinea-Bissau en la noche del viernes al sábado pasados parece controlar la situación en todo el territorio de esta antigua colonia portuguesa. Siguen siendo escasas las noticias provenientes directamente de Guinea, ya que los aeropuertos siguen cerrados y las comunicaciones telefónicas interrumpidas.No se sabe aún el nombre de la mayor parte de los miembros del Consejo de la Revolución, encabezado por Juan Bernardo Vieira, primer ministro desde 1978 y uno de los comandantes históricos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Con cincuenta años, el «general Nino» era desde hace tiempo considerado como el «hombre fuerte» de Bissau. El Consejo de la Revolución está compuesto de militares y de civiles, oriundos todos de Guinea, lo que no era el caso en el anterior equipo dirigente, donde ocupaban muchos lugares destacados elementos originarios de Cabo Verde, líderes del Partido de la Independencia de la Guinea y de Cabo Verde (PAIGC), en el poder en los dos países.

El presidente, Luis Cabral, que se encuentra detenido en Bissau, aunque nacido en esta capital, era hijo de un caboverdiano y de una portuguesa, y secretario general adjunto del PAIGC.

De Cabo Verde han partido hasta, ahora las únicas condenas del golpe de Bissau, y los antiguos dirigentea guineanos que se encontraban en el exterior están reuniéndose en ese archipiélago. El Gobierno caboverdiano ha anunciado que se reservaba el derecho de reexaminar las relaciones entre los dos países y de tomar todas las medidas para asegurar la repatriación de sus ciudadanos, que se encuentran en Guinea y desean regresar. Un éxodo masivo de los caboverdianos, que constituyen buena parte de los cuadros de que dispone Guínea-Bissau, sería muy comprometedor para la nueva dirección del país.

A pesar de que el golpe haya sido calificado, en principio, de «radical». contra la política moderada de Luis Cabral, la liberación de Rafael Barbosa, detenido desde hace cinco años y que sería uno de los inspiradores del golpe, y de elementos del anterior Gobierno conocidos por sus posiciones moderadas en el Consejo de la Revolución, parece indicar que el golpe tiene orígenes más complejos.