Y yo, sin saberlo
Y yo, sin saberlo. Ya tenemos nuevo presidente de Estados Unidos, y yo, sin saberlo. Sin saber que Carter ha dejado la Casa Blanca y que ésta se ha oscurecido un poco; un poco, poco, porque tampoco Carter era la salvación de lo que no tiene remedio.No lo siento por los norteamericanos, que no lo sienten ni ellos, sino por los que sí lo sentirán: los otros, los no norteamericanos, los de siempre. Y es que en Estados Unidos se preocupan sólo de lo que no les ocurre a ellos, sino a los otros. Y yo, sin saberlo.
Que si estamos de luto no es por Carter, sino por Reagan. Que a mí. Carter no me importa que gane o pierda, porque yo pierdo de todas formas, y si gana Reagan, también pierdo. Sólo ganaría si ninguno ganara... y yo, sin saberlo./
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.