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Reportaje:Psiquiatría oficial en Madrid: casi un desastre / y 3

Bases necesarias para una asistencia eficaz

Los doctores Jerónimo Saiz y Alfonso Calvé, jefes del servicio de Psiquiatría del centro Ramón y Cajal, han elaborado un «eneálogo» de lo que debería ser en una ciudad como Madrid la asistencia psiquiátrica:1. La asistencia psiquiátrica debe estar totalmente integrada en el sistema general de la sanidad pública.

2. La asistencia sanitaria (y con ella la Psiquiatría) debe ser sectorizada, de modo que existan en cada sector de población todos los elementos asistenciales necesarios a la comunidad.

3. El primer nivel de asistencia corresponde al médico de cabecera y a los servicios de asistencia social.

4. El equipo básico de salud mental (psiquiatra, psicólogo y ATS y asistente social especialistas en psiquiatría) debe ser uno más de los que integran el centro de salud de la comunidad, y se responsabiliza de la asistencia, prevención y educación sanitaria de un área de población inferior a 30.000 habitantes.

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5. Los equipos anteriores se integrarían en unidades funcionales más completas que, además de una asistencia ambulatoria coordinada, dispondrían de un área de hospitalización psiquiátrica en el hospital general de la comarca (rural) o del sector (urbano), hospital de día, laborterapia, hogares protegidos, clubes oficiales, asistencia específica en psiquiatría infantil y geriátrica.

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6. La puesta en marcha de los elementos asistenciales señalados conllevará pérdida de funciones y profundas transformacíones en el hospital psiquiátrico tradicional hasta ser sustituido por centros diferenciados y de reducidas dimensiones (asistenciales ... ) en la comunidad.

7. El grave problema de las toxicomanías (incluido el alcoholismo) exige un tratamiento fundamentalmente político y social, aunque no pueden quedar excluidos del mismo los equipos de salud comunitaria.

8. La legislación psiquiátrica vigente está absolutamente desfasada y se precisa su actualización y reforma.

9. Las nuevas iniciativas deberán redistribuir y coordinar los escasos recursos ya existentes.

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