El Frente Polisario libera a dos pescadores del "Garmomar" que se encuentran enfermos

Dos tripulantes del pesquero Garmomar -el patrón, Antonio Gudino Calvino, y el jefe de máquinas, Manuel Fernández, aquejados de diabetes y hernia, respectivamente- fueron puestos ayer en libertad por el Frente Polisario y entregados al embajador de México en Argel, Oscar González, quien se desplazó a la localidad argelina de Tinduf con el acuerdo de su Gobierno. La liberación de los dos pescadores españoles crea un clima de distensión sobre las negociaciones que continúan manteniendo en Argel dos emisarios del Gobierno español, destinadas a obtener la liberación de los 36 pescadores que siguen apresados por los saharauis.

Los dos pescadores del Garmomar, apresados el 22 de mayo junto a los demás tripulantes, cuando faenaban a lo largo de las costas del Sahara occidental, serán entregados aquí por el representante diplomático rnexicano a la Embajada española, la cual se encargará de facilitar el transporte de éstos hasta la capital española. Su llegada a Argel procedentes de Tinduf, no se había producido en el momento de enviar esta crónica.Según el Frente saliaraui la liberación de Gudino y Fernández se inscribe en el activo de «las buenas relaciones de amistad y solidaridad existentes entre los dos países (México y la República Saharaui) y traduce la estima en que la RASD tiene al Gobierno mexicano.

El Polisario no menciona en ningún momento a España ni las negociaciones hispano-saharauis, que prosiguen, dentro de un clima de distensión no exento de rigidez por las dos partes, en la capital argelina.

El embajador mexicano había sido el primer visitante extranjero que pudo entrevistarse con los catorce tripulantes del Garmomar en territorio del Sahara occidental, no lejos de Tinduf, el pasado 17 de agosto. Un grupo de periodistas, entre los que se hallaba este corresponsal, pudieron conversar posteriormente con los pescadores el 14 de octubre. En aquella ocasión los catorce hombres afirmaron que, a pesar de ser bien tratados, se hallaban «muy bajos de moral» y esperaban que las autoridades españolas iniciaran gestiones directas con el Polisario para lograr su liberación.

Estas gestiones comenzaron en Argel el 25 de octubre, eneomendadas al embajador español en Luanda, Emilio Casinello, y al subdirector del Ministerio de Asuntos Exteriores, José Cuenca, quien ha mantenido una serie de entrevistas -prácticamente una por día- con el ministro de Información saharaui, Salem Uld Salek.