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Sigue el desconcierto en vísperas de la apertura de la Conferencia de Seguridad

Peter Troendle, representante de Suiza en la reunión preparatoria de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que se celebra en Madrid, ha sido encargado por los países participantes de una misión mediadora para intentar conseguir un compromiso de urgencia sobre el orden del día, organización y calendario de la reunión principal de la CSCE, que deberá inaugurarse solemnemente el próximo martes, día 11.

A tan sólo 48 horas de la apertura oficial de la conferencia, los 35 países participantes no han conseguido redactar el reglamento de los trabajos políticos que deberían iniciarse el martes. Esta ausencia de compromiso ha provocado un pesimismo creciente en los medios diplomáticos por el riesgo que encierra de que la CSCE fracase desde su comienzo o, en el mejor de los casos, inicie sus discusiones sobre las mismas cuestiones de procedimiento que en los últimos setenta días se debatieron inútilmente, poniendo seriamente en peligro el proceso de la distensión, que tenía cifradas grandes esperanzas en la convocatoria madrileña.En estas circunstancias, el hecho de que los países atlánticos y del Pacto de Varsovia hayan aceptado la designación de un mediador para intentar, en las últimas 48 horas, un acuerdo de urgencia, constituyó en la noche de ayer motivo de comentarios aún esperanzadores, aunque prudentes. De momento, ello implica que tanto los países socialistas como los occidentales, neutrales y no alineados están dispuestos a agotar al máximo las posibilidades de diálogo en busca del acuerdo que podría surgir en tomo a las propuestas que Suecia, en nombre de las naciones neutrales, presentó la pasada semana en un documento no oficial en el que se incluían exigencias de uno y otro bloque político-militar; ofrecía tres semanas para el análisis del cumplimiento del Acta Final de Helsinki, una separación clara entre los debates citados y las propuestas o conclusiones de la conferencia y la mención de que en Madrid debería dictaminarse la fecha y el lugar de la próxima reunión.

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La colaboración y el inmovilismo pugnan por dominar en la Conferencia de Madrid

Viene de primera páginaEl documento sueco incluía un párrafo en blanco, en el llamado punto quinto del orden del día, en cuya redacción :se ha centrado uno de los más tensos debates, curiosamente por una cuestión simplemente óptica. Por la mera puntuación ortográfica que separa los debates relativos al Acta de Helsinki de otras cuestiones, como la seguridad y las perspectivas de la distensión, para evitar que los países socialistas intenten ahogar las discusiones sobre derechos humanos y Afganistán, con referencias a otros temas que podrán surgir más adelante, en la segunda parte de la Conferencia. Hasta ahora, las propuestas del Este evitaban la "ridícula" separación óptica del párrafo en busca de sus objetivos políticos, mientras que las naciones del Oeste insistían en la separación. Aquí el comproirtiso podría articularse en torno a una fórmula que, al parecer, la delegación norteamericana ofreció a la URSS al principio de la pasada semana, consistente en la aceptación por Occidente del texto unido en el capítulo del orden del día y la separación de los temas, de manera clara, en el punto cuarto de las llamadas «inodalidades de trabajo» de la Conferencia.

Sobre la duración de los debates del Acta de Helsinki se cree que las tres semanas ofrecidas por los neutrales podrían ser consideradas suficientes o ampliadas, o reducidas, en algunos días. El tema de la continuidad de la Conferencia parece tener un interés más relativo, dado que la URSS sólo hace alusión a dicha continuidad, mientras que Estados Unidos que desea que se mencione el binomio«fecha y lugar».

Un mediador experimentado

El trabajo del mediador consistirá en intentar un compro miso entre las partes más dispa res, Estados Unidos y la URSS, con el apoyo y la presión política de sus aliados más conciliadores, como son Rumanía y Polonia, en el grupo socialista, y España y la C C EE en la parte occidental. Es por todo ello que la labor del mediador no será la única, sino que estará apoyada por toda una serie de contactos bilaterales y multilaterales antes de que se inicie un proyecto último de redacción del nuevo reglamento de la Conferencia de Madrid.

De todas maneras, Peter Troendle, al haber recibido el encargo de consultas por una y otra parte, tiene la responsabilidad de las gestiones y de informar posteriormente en la sesión plenaria sobre su resultado. Ello constituye, en cierta manera, una garantía a la hora de valorar, al final, quién estuvo en favor de la colaboración y quién del lado del inmovilismo, por si hay que buscar en algún momento al responsable del desconcierto, del retraso o del fracaso de la Conferencia de Madrid.

Peter Troendle ha sido escogido por ser su país neutral y muy a pesar de las reticencias populares que sufrió Suiza sobre su participación en la conferencia- y por la habilidad negociadora con la que cuenta este joven diplomático, que consiguió hace meses el compromiso final del foro científico que la CSCE celebró en Hamburgo. Hasta ahora y desde que recibió el encargo, el diplomático se ha negado a conversar con los informadores, cosa que han repetido la mayoría de las delegaciones implicadas en la negociación de urgencia, con la intención de evitar tensiones exteriores. Entre estas delegaciones se incluye el llamado «grupo de seguimiento occidental», en el que participan, entre otros, España, Luxemburgo, Noruega y Holanda.

Otra cuestión que nadie pierde de vista es la que se refiere a qué pasará el día 11 si no hay acuerdo de última hora. Los optimistas aseguran que el pacto puede llegar el lunes y que, de lo contrario, la apertura de la conferencia debería ser completamente apolítica y dedicada, una vez más, al procedimiento. De todas maneras, esta eventualidad, en cuyo desarrollo orgánico trabajan expertos jurídicos de la CSCE, no se quiere comentar en este momento de la conferencia, en el que han comenzado a llegar a la capital española numerosos jefes de delegaciones, que durante todo el día de hoy y de mañana estarán ubicándose en Madrid y coor,dinando sus discursos inaugurales con sus respectiv os equipos. Claro está, la presencia de los ministros que anunciaron su llegada está condicionada al citado acuerdo de última hora. Una presencia esta muy numerosa, que se mezclará con la próxima celebración, también en Madrid, del congreso de la Internacional Socialista, y que convertirá por unos días la capital hispana en el centro de la atención diplomática europea y mundial, si se tiene en cuenta que las reuniones de la CSCE serán la primera prueba a la que se enfrenta la distensión desde las elecciones norteamericanas.

El Papa también opina

El papa Juan Pablo II reafirrpó ayer en Roma, aludiendo a la próxima Conferencia de Madrid, que.«el hombre es el único criterio válido para juzgar la validez y aplicación de los acuerdos internacionales ».

En un discurso dirigido a los participantes en un congreso sobre el Acta Final de la Conferencia de Helsinki, firmado por 35 países, incluida la Santa Sede, el Papa señaló que a la hora de hablar del hombre como artesano de la paz existe la obligación de verle en tanto que «hombre abierto a Dios».

Juan Pablo II, según Informa Efe, resumió los motivos por los que, con su «autoridad espiritual y moral», la Santa Sede participó en las reuniones de Helsinki y Belgrado, y lo hará en Madrid: asegurar una base ética a los esfuerzos en favor de la seguridad y la cooperación y defender el derecho a la libertad religiosa, «como garante de las demás».

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