Agustín García-Calvo: "Los treinta años son un momento peligroso para enloquecer"
La pubertad, los treinta años y los cincuenta años son, según el profesor de latín Agustín García-Calvo, las tres etapas de la vida en las que la persona tiene más cerca el paso a la locura, ya que las dificultades de aceptación de la «locura de la normalidad» son enormes. Agustín García-Calvo participó en la mesa redonda inaugural del XV Congreso de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.
Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid, inauguró, el pasado miércoles, el XV Congreso de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, que ha reunido en Madrid a más de cuatrocientos especialistas de todas las disciplinas relacionadas con la salud mental.Junto a Tierno Galván ocupaban la mesa del congreso el presidente del Colegio de Médicos donde se celebran las sesiones, el presidente de la Asociación de Neuropsiquiatría, Valentín Corcés, y el coordinador del congreso, Manuel Desviat, quienes intervinieron muy brevemente para resaltar los, objetivos de esta reunión nacional,
La sesión de apertura incluía también la celebración de una mesa redonda sobre «Cultura y psiquiatría», en la que intervinieron los profesores de Filosofía Celia Amorós y Jacobo Muñoz, el antropólogo José Antonio Nieto y el profesor Agustín García-Calvo. A pesar de la escasez de tiempo para las exposiciones, que darían paso a la proyección de la película Animación en la sala de espera, se inició un breve coloquio con los asistentes al acto.
El psicoanálisis fue el tema abordado por Celia Amorós, que planteó la cuestión del vínculo inmanente entre el deseo y su propia represión que revisa Reich, mientras José Antonio Nieto realizaba un breve análisis comparativo entre psicoanálisis freudiano y psicoanálisis existencialista llevado a cabo por Sartre. Jacobo Muñoz citó muy rápidamente la situación de la nueva medicina surgida a partir de las experiencias del centro de Big Sur, en California, en los años setenta, y por último intervino el profesor de latín y ensayista Agustín García-Calvo, con un toque de originalidad ligeramente agresiva que le caracteriza.
Enfermedad social
«La locura», dijo el profesor García-Calvo, «es para mí esencialmente la manifestación individual de la enfermedad social, aunque es evidente que existen casos también de locura colectiva, pero son anecdóticos en este contexto.La locura es también un fenómeno adulto, no admito, de ninguna manera, que haya niños locos. Creó además que esta locura se produce en el individuo especialmente en conexión con tres trances: la pubertad, los treinta años, que coinciden con la necesidad para la mayoría de un asentamiento social definitivo, y los cincuenta años, edad en que se produce la necesidad de aceptación de la muerte sin ninguna otra salida».
Para García-Calvo, estos tres momentos cruciales en la vida de una persona son aquellos en los que el paso a la locura es más fácil, ya que las dificultades de aceptación de lo que él llamó la «locura de la normalidad» son enormes, especialmente para esa minoría que nutre posteriormente los manicomios y que constituye para García-Calvo un sector tan imprescindible como el de los normales en el funcionamiento de la máquina social.
El proceso de enloquecimiento sería, pues, para el profesor de Filología, nada más que una exageración de los comportamientos normales, «ya que el mantenimiento del aparato social se lleva a cabo mediante la asimilación de una incongruencia, necesidad del individuo que genera la sociedad, de ser uno mismo, especial, en tanto que individuo responsable, y al mismo tiempo reconocerse como elemento de un conjunto». En esta disyuntiva que sin embargo sería preciso asimilar para salir adelante como persona normal, se pierden determinados sujetos, hombres y mujeres, muchos de los cuales estarían descritos con los ejemplos de dos diferentes clases de demencias citadas por García-Calvo, que reforzarían también su exposición de que la locura se expresa como una exageración de la conducta normal.
La película Animación en la sala de espera, que se proyectó posteriormente como cierre a la sesión inaugural, ha sido rodada en el Hospital Psiquiátrico de Leganés, en Madrid, por Carlos Rodríguez y Manuel Coronado, quienes durante un año siguieron con la cámara el discurrir de la vida cotidiana en el centro.
Transformación
La mañana del jueves quedó dedicada a la exposición de la primera ponencia del congreso, dedicada a «La transformación de la asistencia psiquiátrica», en cuya elaboración han colaborado 55 especialistas en salud mental bajo la coordinación del psiquiatra Manuel González Chávez.La ponencia constituye un intento de recompilación histórica de las diferentes etapas que: ha atravesado la asistencia psiquiátrica, partiendo de la consideración de la locura en las sociedades primitivas hasta la situación actual. Dentro de la exposición general se detallan algunas de las experiencias más interesantes llevadas a cabo en nuestro país, caso del hospital de Betera, en Valencia; el Psiquiátrico, de Málaga; el de Salt; el de Gerona; el de Valladolid; el de Leganés, y el de Las Palmas de Gran Canarias, entre otros..
La aportación de los movimientos sociales, como el feminismo y los medios de comunicación social en la transformación de la asistencia psiquiátrica son objeto de estudio también en este grueso texto, que constituye la primera ponencia del congreso, que continuó por la tarde con la celebración de cuatro mesas redondas sobre temas de interés social y sus relación con la Psiquiatría.
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