El bajo nivel de ventas, causa del expediente de regulación de empleo en Seat
El expediente de regulación de jornada solicitado por Seat se debe al elevado nivel de coches en almacenamiento, producto de la baja cifra de ventas, según ha podido confirmar EL PAÍS en fuentes cercanas a la empresa. Para el próximo año, nada parece indicar que la situación vaya a mejorar. De los 26.000 trabajadores afectados, unos 23.000 perderán el 10% de sus salarios, mientras que los otros 3.000 sufrirán pérdidas mucho mayores. Las centrales sindicales han desplegado una gran actividad en las últimas horas respecto a esta regulación.
El sistema de regulación de jornada, que comenzará a discutirse ahora con las centrales sindicales, antes de iniciarse las negociaciones sobre el convenio colectivo, diferirá sustancialmente de los que hasta ahora había utilizado la empresa automovilística. En otras ocasiones, Seat había regularizado la ornada a base de dejar de trabajar los sábados y los lunes. Ahora se pretende reducir la jornada laboral diaria a cuatro horas, en lugar de las ocho habituales, durante los seis primeros meses del próximo año. Esta medida afectará a los trabajadores de los centros de producción de Zona Franca, Martorell y El Prat, así como a gran parte de la plantilla de los centros comerciales. Sólo quedará fuera de esta regulación de jornada una parte de la plantilla de los centros comerciales -unos 2.000 trabajadores-, y la totalidad de los trabajadores de la fábrica de Landaben, en Parriplona, donde reside gran parte de la producción del modelo Panda, único en la gama de Seat que se vende con gran éxito de mercado.De esta forma, los turnos normales de trabajo se convertirárt en semiturnos, rotando todos los trabajadores por las diferentes líneas de producción para que a todos ellos les toque periódicamente entrar en el Panda, que es el queexigirá más esfuerzo. Todos los demás modelos de la gama de Seat seguirán fabricándose, pero a un ritmo claramente inferior al actual. Así, Seat intentará cubrir las ventas con los coches que tiene actualmente acumulados en existencia.
Descenso del mercado
Con más de 70.000 coches alrnacenados, cuando la cantidad ópti.ma no debe superar la mitad de esta cifra, la situación financíera de Seat exige una medida de estas características. Con un fuerte descenso en las, ventas en el mercado interior -parcial y temporalmente salvado con las exportaciones-, y unas perspectivas nada halagüeñas para el próximo año, en el que difícilmente se superará la cifra de medio millón de coches vendidos -similar a la de este año-, es impensable seguir produciendo vehículos al ritmo actual. El tener acumulados Más de 35.000 automóviles por encima de lo razonable, al margen del deterioro de los coches y de la necesidad de lugares donde poder albergar tantos vehículos, supone tener inmovilizada una cantidad superior a 10.000 millones de pesetas.Por todo ello, el expediente de regulación de jornada es una medida que puede considerarse como lógica dentro del deterioro del importante sector del automóvil. Para los sectores más bajos del abanico salarial de Seat, este expediente supondrá la pérdida de un 10% de sus salarios, porque, según la nueva ley Básica de Empleo, los trabajadores cobrarán el 50% de sus salarios de la empresa, más un 80% de la otra mitad con cargo al Estado, siempre y cuando este 80% no supere el 110% del salarlo mínimo.
Para los trabajadores incluidos en este último caso -unos 23.000-, la pérdida de salario será de un 10%. Sin embargo, para los jefes de línea, encargados, peritos titulados superiores, etcétera, las pérdidas serán mucho más importantes. Según fuentes de Seat consultadas por EL PAÍS, en algunos de estos casos las pérdidas pueden cifrarse en unas 40.000 pesetas mensuales.
De cualquier forma, el problema para los trabajadores de Seat no es sólo la reducción de sus salarios -importantes en muchos casos-, sino los nervios, la psicosis que este expediente de regulación de jornada ha producido en toda la plantilla, a excepción de los que trabajan en la factoría de Landaben.
Por otra parte, según ha podido saber EL PAÍS, la dirección de la empresa automovilística pretendía adelantar de agosto a enero las vaciones del próximo año. Sin embargo, las centrales sindicales, sobre todo UGT, se opusieron rotundamente al cambio, llegándose a un acuerdo final por el que, durante este mes de noviembre y los dos siguientes, los trabajadores disfrutarán de nueve días de vacaciones correspondientes al próximo agosto, pero, en el verano, contarán con dieciocho días más, de los cuales la mitad tendrán que negociarse si son recuperables o no en la segunda mitad del año.
Difícil año para Talbot
En el caso de Talbot, el pasado lunes presentó al comité de empresa swintención de regular su jornada laboral. Fuentes de la empresa, consultadas por EL PAÍS, dieron como argumento la grave crisis del sector, que a la fábrica de Villaverde ha afectado sobremanera, pese a que, en algunos segmentos, haya aumentado su penetración. Aunque la puesta en el mercado del nuevo modelo, el Horizon, ha representado una inyección de vitalidad para Talbot, y el almacenamiento actual no supera 15.000 unidades, la situación arrastrada durante los primeros meses del año obliga a una medida de este tipo. Las mismas fuentes aseguraron que aún no se conoce la forma de puesta en práctica de la regulación de la jornada, que saldrá después de la negociación con el comité de empresa. Lo que sí es seguro es que afectará a casi 12.000 trabajadores, de los casi 14.000 que forman el total de Talbot. Durante los próximos quince días, empresa y comité discutirán la puesta en práctica de la regulación y el cómo afectará económicamente a los trabajadores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.