Gravemente herido un obrero cuando trabajaba en su taller

Un obrero llamado Enrique Aguirre fue tiroteado ayer cuando acababa de comenzar su jornada de trabajo en el pequeño taller de fundiciones metálicas donde está empleado. Aguirre resultó herido muy grave, aunque la impresión de los facultativos que le atienden, en principio, es favorable a su recuperación.

El atentado se produjo a las 8. 10 horas, cuando la víctima estaba trabajando en el taller de fundiciones Ferreres, en el barrio de Ondartxo, de Rentería. Con él se encontraban los otros dos empleados y el propietario, Francisco Ferreres.

Dos hombres jóvenes, a cara descubierta, se aproximaron a la entrada de la pequeña nave donde se encuentra el taller. Ferreres, que debió notar algo raro trató de cortarles el paso, preguntándoles lo que deseaban. Mientras uno de los miembros del comando apartaba al propietario de la fundición, que, al parecer, ofreció resistencia, el otro se adelantó, vaciando el cargador de su pistola, a una distancia de cuatro o cinco metros, sobre Enrique Aguirre. Este se encontraba de espaldas, y se volvió sorprendido, resultando alcanzado por un solo balazo, en el costado izquierdo.

Los autores del atentado se dieron a la fuga. Aguirre fue trasladado por una ambulancia de la Cruz Roja al hospital de esta institución en San Sebastián. Se encontraba en estado consciente y articulaba algunas palabras, a pesar de que perdía sangre a ojos vista.

En el centro hospitalario, el herido fue intervenido quirúrgicamente después de que los médicos hubieran comprobado que el proyectil había producido graves lesiones en el estómago, el diafragma y el hígado. El pronóstico, al término de la operación, era «muy grave».

Enrique Aguirre nació en Lezo (Guipúzcoa) hace 54 años, aunque reside en Irún. Está casado y tiene un hijo. Trabaja en Fundiciones Ferreres desde hace diez años.