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Los dirigentes polacos, llamados a Moscú

Stanislaw Kania, número uno del comunismo polaco, y el primer ministro, Jozef Pinkowski, viajan hoy a Moscú, convocados por las autoridades soviéticas. Esi-a visita inesperada introduce una nueva dimensión en la crisis de Polonia. Los dirigentes del Kremlin no ocultan su desaprobacióil de la persistencia de la tensión social y económica en el país vecino, a pesar de las garantías de «normalización» que el propio Kania diio a Breznev en un mensaje el pasado día 2.

La duración del viaje a Moscú de los máximos líderes polacos será de veinticuatro horas, lo que permitirá al primer ministro respetar su cita del viernes con los representantes del sindicato indepediente Solidaridad. Estos mantienen su amenaza de «movilización» general para el próximo 12 de noviembre si el Gobierno no revoca la decisión del tribunal regional de Varsovia, que modificó los estatutos del sindicato a la vez que procedía a su legalización. El mismo tribunal rechazó ayer la legalización de Solidaridad Campesina sindicato independiente de Ios agricultores polacos.El Buró Político del Partidz) Obrero Unificado Polaco ha reafirmado que «el proceso de cambio» en que se halla Polorila es «irreversible». La declaración, transmitida anoche por la teIevisión de Varsovia, está directamente vinculada a la visita a Moscú de Kania y Pinkowski. El Buró Político del POUP considera «de Ia máxima importancia» los cambios experimentados por el movimiento sindical y subraya que el partido «debe respetar todos los puntos de los acuerdos»

Aludiendo al encuentro previsto el viernes entre el premier Pinkowski y la delegación del sindicato Solidaridad, la declaración del buró político reafirma que el «diálogo» constituye la «única solución» a las «controversias diversas» que han aparecido. Y estima que es deseable fijar un marco «permanente» de «cooperación y encuentros» que no se limite a intervenciones de urgencia cuando aparecen focos de tensión.

Checoslovaquia siguió anoche el camino de la RDA, al exigir una invitación visada por las autoridades de Praga a cualquier ciudadano polaco que desee viajar a Checoslovaquia.

Stanislaw Kania debía recibir hoy por la mañana al ministro de Exteriores británico, lord Carrington, llegado ayer a Varsovia para una visita de 48 horas. Carrington hubo de entrevistarse con el líder polaco ayer por la tarde. Este cambio de programa en el último minuto refleja la precipitación de los últimos acontecimientos.

Este giro de la situación preocupa también en círculos de la Alianza Atlántica en Bruselas, donde se confia que la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa con su gran poder de resonancia, ayude a mantener fríos los ánimos del Pacto de Varsovia.

En los últimos días, la Prensa soviética y checoslovaca, especialmente, recrudeció sus ataques al proceso polaco, mientras la República Democrática Alemana (RDA) decidió el pasado martes obstaculizar los contactos personales entre alemanes del Este y polacos, en lo que se interpreta como el deseo de Berlín Oriental de eliminar «cualquier tipo de contagio».

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