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China y Tailandia discrepan sobre la solución del problema camboyano

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China y Tailandia permanecen aún aparentemente en desacuerdo sobre los cauces que conviene seguir para solucionar definitivamente la crisis camboyana, al término de las conversaciones entre el primer ministro tailandés, teniente general Prem Tinsulanonda, y el primer ministro chino, Zhao Ziyang.Los observadores sacan esta impresión de las declaraciones de Zhao Ziyang, reproducidas ayer por la agencia de Prensa Nueva China, en las que el jefe de Gobierno chino hace un balance, de las dos sesiones de conversaciones mantenidas con su homólogo tailandés. El teniente general Prem se entrevistó también ayer con el presidente del Partido Comunista chino, Hua Guofeng.

La retirada completa de los 200.000 soldados vietnamitas que operan actualmente en Carnboya es, según Zhao, «la clave o el fundamento para encontrar una solución del problema camboyano. Sin esta retirada, una solución política del problema está absolutamente descartada», añadió Zhao.

Zhao ha contestado de esta forma negativamente a los Ilamamientos lanzados por su interlocutor para la búsqueda de una «solución política» a esta crisis, en la que China ha brindado su apoyo militar al antiguo régimen de los jemeres rojos, derrocado en enero de 1979 por las fuerzas vietnamitas.

El «Kampuchea democrático» de los jemeres rojos no ha sido, sin embargo, explícitamente citado en el resumen difundido por Nueva China. Zhao, según la agencia oficial, se limitó a reiterar el apoyo de China «a todas las fuerzas patrióticas de la resistencia camboyana».

El teniente coronel Prem anunció, poco antes de iniciar su visita a Pekín, que proyectaba hacer «nuevas sugerencias» para solucionar la crisis. Según informaciones procedentes de Bangkok, Prem habría pedido a Pekín que cese su respaldo incondicional a los jemeres rojos, ya que su responsabilidad en las matanzas ocurridas en Camboya entre abril de 1975 y enero de 1979 paralizaban cualquier movilización internacional.

El resumen difundido por Nueva China pone implícitamente de relieve que Zhao no dio su aprobación a los esfuerzos realizados por Tailandia para solucionar políticamente la crisis camboyana, aunque sí reiteró el apoyo de Pekín a la convocatoria, el año próximo, de una conferencia internacional sobre el tema, como lo ha decidido la ONU. Las conversaciones entre Prem y Zhao han sido calificadas por ambas partes, de «francas»; «sinceras», palabras que ponen de manifiesto la existencia de desacuerdos.

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Zhao reafirmó, sin embargo, la voluntad china de participar, «cuando Vietnam haya retirado sus tropas».

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