La izquierda del SPD teme concesiones de Schmidt a los liberales

Bajo el signo del ahorro presupuestario, los partidos socialdemócrata y liberal de la República Federal de Alemania comienzan mañana unas difíciles, aunque quizá no largas, negociaciones destinadas a delimitar el marco de la cuarta coalición gubernamental entre ambos componentes. La trascendencia de tales conversaciones supera los límites de la RFA: en ellas pesarán factores «externos», como la crisis presupuestaria de la CEE, y en particular la crisis de los sectores energético y siderúrgico. De puertas adentro se hace sentir el recelo de los sindicatos y del ala izquierda del SPD, que estos días han recordado «elegantemente» al canciller Helmut Schmidt su condición de socialdemócrata, y la suspicacia de casi un tercio de los diputados de este partido.El ministro de Finanzas, el socialdemócrata Hans Matthoefer, presentará mañana oficialmente un plan de austeridad que afectará prácticamente a todos los capítulos del presupuesto general. Mediante recortes de subvenciones, que afectarán fundamentalmente al presupuesto social, el ministro confía en ahorrar 2.000 millones de marcos el próximo año.

Por otra parte, en el sector laboral se observan signos de malestar. Correos ha iniciado huelgas de aviso y los transportes públicos han congelado sus negociaciones con el Estado. Parte del Gobierno actual, que parece que será prácticamente el mismo que se constituya tras las negociaciones de esta semana, es partidario de importar el «modelo japonés»,

Treinta diputados socialdemócratas se encuentran muy preocupados por esta tendencia y han remitido esta semana tres cartas a la directiva de su partido: por primera vez en la historia del Bundestag se ha constituido formalmente un «ala izquierda» del SPD, con el fin de evitar concesiones del partido sobre los presupuestos sociales. En uno de sus escritos, los «potenciales disidentes» expresan su inquietud ante las negociaciones de mañana con los liberales, a los que consideran en la práctica un freno de la política social. Pero el Partido Liberal también parece conmocionado en su interior: ahora le ha surgido una nueva organización juvenil, los Julis (jóvenes liberales), dispuestos a frenar el «giro a la izquierda» de los jusos, o jóvenes demócratas del SDP.