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Informes internos de los servicios de inspección del Insalud

Controversias sobre la clínica Puerta de Hierro

La clínica Puerta de Hierro, codirigida en la actualidad por los doctores Diego Figuera y Gonzalo Bravo, está considerada como uno de los centros más prestigiosos de la Seguridad Social. Esta clínica mantiene un régimen de excepción con respecto a los restantes centros de la Seguridad Social, lo cual ha motivado reiteradas controversias en la clase médica, según reconocen los doctores Figuera y Bravo, que aportan datos y opiniones contrarias al citado informe.

Los centros hospitalarios de la Seguridad Social y en régimen de urgencia pueden prestar asistencia a un 5% de enfermos privados sobre su aforo de camas. Sin embargo, la clínica Puerta de Hierro está autorizada hasta un 15% sobre su capacidad para hospitalización y no hay tope fijado para asistencia a privados en policlínicas. Esta es una de las peculiaridades de su reglamento vigente y procedimiento interno, que, en algunos aspectos, se recomienda cambiar al Ministerio de Sanidad, a raíz de la citada inspección.De dicho reglamento, así como del desarrollo de la clínica, fueron inspiradores los doctores Figuera y José María Segovia Arana. El doctor Segovia Arana, primer director de la clínica, creada hace dieciséis anos, dejó la dirección, después de largos años de dedicación, para pasar a ocupar la Secretaría de Estado para la Sanidad y en la actualidad ostenta el cargo de director general del Fondo de Ayudas a la Investigación, el cual administra el caudal económico procedente del fondo de descuento complementario que la industria farmacéutica devenga a la Seguridad Social por sus ventas masivas. El doctor Figuera era catedrático en Zaragoza cuando le fue encargado el proyecto de Puerta de Hierro, si bien entonces declinó la dirección de la misma, según sus declaraciones a este periódico.

Sobre las presuntas irregularidades que señala el aludido informe se remitieron a la Dirección General del Insalud, el pasado día 2, doce propuestas correctoras de los distintos tipos de anomalías Dichas propuestas son:

1. Establecer un control previo de admisión, por parte de la Administración de la clínica, de todos los enfermos privados que acuden a las policlínicas.

2. Realizar un control de afiliación en la Seguridad Social de todos los enfermos privados que son asistidos en la clínica.

3. Que los convenios de asistencia que se realicen con entidades privadas sean autorizados por la Junta de Gobierno y tengan la conformidad del Insalud.

4. Establecimiento de un sistema adecuado de facturación que claramente recoja los honorarios facultativos, los gastos a coste real más consumo de medicamentos y prótesis, etcétera, y la fijación de un canon en concepto de compensación al personal no médico de la institución.

5. Comprobación de las facturaciones de enfermos privados conforme a los datos estadísticos de cada uni4ad asistencial.

6. Normalización, evitando desigualdades con las demás instituciones de la Seguridad Social, del régimen de asistencias a enfermos privados concorde con la normativa al respecto.

7. Revisión de los sistemas de guardias en general y de llamadas en particular.

8. Ajuste del porcentaje autorizado de asistencia a enfermos privados, calculándose sobre enfermos nuevos y por unidades asistenciales para evitar que se sobrepasen los porcentajes autorizados.

9. Justificación de las circunstancias por las que el doctor Ortiz Berrocal, estando de baja en afiliación a la clínica, le han sido acreditados honorarios de asistencia de enfermos privados en el período de octubre de 1979 a junio de 1980.

10. Justificación de las circunstancias por las que la Compañía Telefónica Nacional de España, empresa cooperadora, estableció un convenio verbal con Laboratorios de Análisis Bioquímicos (LAB), así como de las circunstancias que aconsejaron cambios frecuentes en la realización de los estudios de una entidad a otra.

11. Justificación de las circunstancias por las que se estableció convenio verbal entre LAB y el servicio de medicina nuclear de esta clínica, que ha conducido a que dos enfermos de la Seguridad Social hayan sido asistidos en régimen de privados en el servicio de medicina nuclear de esta clínica.

12. Justificación y adopción de las medidas que procedan en relación con los motivos por los que no se han hecho retenciones sobre tributación a Hacienda de los honorarios de privados acreditados en nómina en los últimos diez años.

"Se ha cumplido el reglamento"

Los doctores Figuera y Bravo han manifestado a EL PAIS que «en la clínica Puerta de Hierro se ha cumplido rigurosamente el reglamento y tal informe supone una clara manipulación desde el instante en que se ha filtrado a la Prensa antes de ser resuelto por el Ministerio de Sanidad».

«El personal médico de la clínica está deseoso de que todo esto se aclare», señalan, «y de que el Ministerio se pronuncie». Y añaden: «En ningún momento en el informe se denuncia ninguna actuación que puede suponer un delito; sin embargo, expone una serie de juicios sobre el procedimiento y el reglamento de la clínica; pues bien, si lo que a la inspección o al Insalud no les gusta es ese procedimiento, es decir, este modelo de hospital, que lo digan, pero, posiblemente, se encontrarán con la dimisión de los médicos». El doctor Figuera precisó: «Desde luego, yo dimitiré si llega a cambiarse el modelo de centro sanitario que ahora constituye esta clínica».

El doctor José Ortiz Berrocal, subdirector de formación del personal del Insalud y jefe del servicio de medicina nuclear de la clínica Puerta de Hierro, afectado en dos aspectos por el citado informe, declaró a EL PAIS lo siguiente: «En esta semana se ha levantado acta del acto de conciliación con El Socialista, y seguiré el procedimiento judicial. Se me ha acusado de algo falso. Respecto de la supuesta percepción de honorarios médicos por asistencia a enfermos privados mientras estaba de baja en la clínica, hay que aclarar dos puntos: en primer lugar, que no estoy de baja, sino en situación de excedencia activa especial, y en segundo lugar, que hasta hoy sólo he percibido honorarios por facturación atrasada y correspondiente a meses anteriores a mi nombramiento como subdirector general».

Con relación al concierto entre Laboratorios de Análisis Biológicos (LAB) y el servicio de medicina nuclear para asistir a enfermos privados por cuenta de aquél, el doctor Ortiz Berrocal señaló: «Los enfermos venían como privados; sí alguno era de la Seguridad Social es cosa de ellos, lógicamente».

Sobre este tema, el codirector de la clínica, doctor Figuera, amplió la explicación: « El tema de LAB, al que se refirió El Socialista apuntando un escandaloso número de asistencias a enfermos privados, se redujo a 31 enfermos, y dentro de la más estricta legalidad por parte de la clínica y de los facultativos del servicio. Es perfectamente lícito que los médicos asistan a privados que lleguen por vía particular o por conducto de cualquier entidad. Al parecer, LAB eliminó el membrete de la clínica de Puerta de Hierro de los informes médicos realizados y cobró a esos enfermos cantidades superiores a las facturadas por la clínica. Hizo esto, según justificó, debido a que a esos informes añadió por su parte otras pruebas. En cualquier caso, nuestra actuación es transparente».

Elección de modelo clínico

Los codirectores de la clínica, que también han tenido acceso oficioso al citado informe, esperan que «oficialmente se resuelva pronto».

«Poco antes de este informe», añaden, «se hizo aquí una auditoría de la Intervención de Hacienda, durante seis meses y por veinticuatro auditores, y sobre sus conclusiones aclaramos algunos puntos, pero todo se advirtió correcto. Después vino el informe de los servicios de inspección del Insalud, que ha sido elaborado con todos los datos que la clínica puso a su disposición. Sin embargo, en algunos aspectos muestra claras contradicciones».

Los doctores Figuera y Bravo señalan los puntos más destacados. En este sentido manifiestan que, frente a la acusación de asistencia a un número excesivo de enfermos privados, «la realidad, como también recoge el informe en apartados concretos, es que el número de enfermos privados hospitalizados es inferior al 15% autorizado». «Más aún», explican a la vista del documento, «el porcentaje es de un 5%, lo cual, en definitiva, repercute en perjuicio de los facultativos».

El número de privados asistidos en el período de enero a junio de 1980 que contempla el informe es de 7.826. «Pero sólo del 50% de éstos perciben honorarios los facultativos, pues los demás corresponden a conciertos del Insalud, que prohibe el cobro de honorarios, en tales conciertos, al facultativo». Y añaden: «Aquellos honorarios facultativos suman seis millones de pesetas al mes, a repartir entre 120 médicos. Su reparto entre los 2.000 empleados ofrece una ridícula cantidad que no compensa al personal no facultativo, a la vez que supondría una diferencia con otros centros de la Seguridad Social».

«Tampoco es cierto», aseguran, «que los médicos cobren en nómina ayudas para la investigación, además de su salario normal».

Para el doctor Figuera, en el fondo del asunto «subyace la disparidad de criterios sobre un determinado «modelo clínico».

El doctor Figuera mantiene la idea de que la clínica de Puerta de Hierro responde a un modelo mejor concebido que otros. «Puerta de Hierro es un centro de carácter nacional donde se trabaja mañana y tarde, y en el que el costo de cama/día es de 11.300 pesetas, a pesar de las operaciones de alto costo que aquí se realizan. No pueden decir lo mismo otros centros de la Seguridad Social de Madrid, cuya rentabilidad está muy por debajo y donde a las dos de la tarde ya no se opera y los médicos pueden correr a atender sus consultas privadas. Pero periódicamente se arremete contra esta clínica».

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