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Continuaron el aburrimiento y la falta de alternativas

Tampoco se caracterizó la pasada semana por presentar grandes novedades en las Bolsas españolas. Los viejos tópicos de siempre sobre el escaso negocio, las cortas diferencias en los cambios, en su mayor parte negativas, y la falta de una orientación concreta en los mercados volvieron a resultar perfectamente aplicables a las cuatro reuniones que compusieron el ciclo.Los comentarios más novedosos de la tanda, si es que puede considerárseles como tales, versaron casi siempre sobre la creciente importancia que en las últimas jornadas estaba cobrando la negociación de acciones por fuera de los corros, y a cambios distintos de los oficiales. La explicación a este fenómeno, que no es una práctica inhabitual, pero sí poco frecuente, es bien sencilla.

En primer lugar, el grueso de estas operaciones se concentró en algunos valores concretos del grupo bancario, cuyas acciones, en cifras de alguna consideración, se negociaban «por debajo de cambio». En segundo lugar, estas operaciones responden, casi siempre, a prácticas de limpieza de autocartera de las propias entidades, quienes llevan ya varios meses tomando sus propios títulos para regular los precios de mercado, impidiendo que sus cotizaciones bajen, y forzando incluso, cuando la ocasión resulta favorable, mejoras en sus precios. Así pues, cuentan con un buen número de acciones que en principio no se deseaban tener, pero que, en general, se encuentran compradas a un precio inferior al actual, por cuanto las cotizaciones de estas entidades se encuentran próximas a sus valores máximos del año. Pero, además, y siempre según rumores, algunas entidades del sector están preparando ampliaciones de capital, por lo que no les viene mal transformar parte de estas acciones en dinero, de cara al esfuerzo que les supondrá impedir los fuertes quebrantos que lógicamente originarán los desdobles y, sobre todo, para garantizar, en la medida de lo posible, la estabilidad del precio de los cupones.

Así pues, cuando los bancos venden por debajo de sus cambios, lo hacen sin perder dinero, pues las acciones habían sido adquiridas a precios más bajos, y con el compromiso de no vender en un plazo determinado de tiempo -normalmente seis meses- que suscribe el comprador, se garantizan el que estas acciones no serán devueltas inmediatamente al mercado para materializar las diferencias de cambio.

Por lo demás, el mercado continuó prácticamente igual. Quizá estuvieron algo más flojas las empresas eléctricas, las de alimentación y las sociedades de inversión, pero realmente no se observó un cambio importante en la tendencia del mercado.

El mercado de letras

Dos novedades tuvieron lugar la pasada semana en estos corros. En primer lugar, inició sus operaciones en este mercadillo la Bolsa de Valencia, el pasado miércoles, anunciando que los días hábiles para la contratación de efectos comerciales en su seno serán los miércoles y los viernes. Por otro, y ya en Madrid, el Banesto, en la reunión del jueves, forzó un alza en los tipos de descuento practicados, devolviéndolos al 13,50%, desde el 13,25%, que habían conseguido implantar los restantes vendedores a lo largo del mes de septiembre.

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