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"Automatizar el control aéreo costará 7.000 millones de pesetas"

José Luis Alvarez, ministro de Transportes y Comunicaciones, informó ayer en una conferencia de Prensa de los planes inmediatos y mediatos de su departamento. Durante el diálogo habló de una mejora de los distintos sectores que inciden en el conjunto de la aviación y el transporte aéreo civiles, que supondrán una inversión de 7.000 millones de pesetas.

Las manifestaciones de José Luis Alvarez ratificaron la aportación de datos hecha por responsables de su ministerio en la serie de informes publicados por EL PAIS en los pasados días 9, 10, 11, 14, 15 y 16 del mes en curso. Asimismo aceptó como justificadas las críticas y alarmas emitidas por controladores aéreos, y desde otros sectores, «porque esas alarmas, sin que necesariamente signifiquen que el sistema en general no funciona, indican que es susceptible de mejoras y, en ese sentido, son siempre bien acogidas», dijo el ministro. «El tema de las ayudas a la navegación», añadió, «es el que más nos preocupa». Los datos destacados en esta conferencia son los siguientes:A los tres mil millones de pesetas a invertir en el bienio 1981-1982 -según ya informamos- habrá que añadir los ayer anunciados por el ministro de Transportes: 4.000 millones de pesetas que se destinarán a automatizar por completo el sistema de control aéreo, en un plazo de unos cinco años. El director general de Navegación Aérea, Francisco Cal, aclaró la exigencia de un plazo medio para la necesaria adaptación al material.

Los airmiss declarados en 1979 fueron 93, es decir, veintiocho más de la cifra que se habían dado a conocer. El subsecretario de Aviación Civil, Fernando Piña, aclaró ayer a EL PAIS que tal diferencia corresponde a los airmiss desestimados como tales, una vez sometidos al dictamen de la comisión que los investiga. Se precisé también el airmiss como «incidente entre aviones en el espacio aéreo que supone un riesgo». Y se amplió el matiz de su clasificación en razón de la peligrosidad: clase A, el que obliga a realizar maniobra; B, el que no obliga a maniobra, y C, infracción sin riesgo. Insistió en que el nivel español en estos incidentes está por debajo de algunos países europeos

Sobre la decisión de no efectuar la compra del sistema MADAD (Madrid Automatic Center) para el control automático (véase EL PAIS de 7-10-1980) a la firma norteamericana Hughes, el ministro explicó que «no parecía adecuada la adjudicación directa».

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