Joan Miró: "Matisse siempre me emociona"
Hoy se inaugura oficialmente la Exposición Matisse, con una conferencia de Julián Gallego sobre Henri Matisse: pureza y equilibrio / dibujo y color, a las 19.30 horas en los locales de la mencionada fundación, Castelló 77. La Prensa tuvo acceso a la exposición, al mediodía de ayer, con la gran ventaja que supone el contemplarla en compañía de los hijos del pintor, Marguerite y Pierre, y del pintor Joan Miró que, incansable, recorrió las 62 obras expuestas comentando buena parte de las telas allí colgadas.
«Matisse me emociona», comentó Miró al contemplar el primero de los cuadros. «Mire usted, sobre mi pintura sólo puedo decir que está hecha con honradez, porque yo soy un hombre honrado». Previamente, Marguerite y Pierre Matisse habían mantenido un coloquio informal con los periodistas, coloquio en el que la voz cantante la llevó Pierre, propietario de una de las más importantes galerías de arte de Nueva York.«Creo que es una exposición muy bella, muy conseguida, aunque falten algunas de las obras capitales», comentó Pierre Matisse. Sobre la opinión del pintor acerca del superrealismo y el dadá, su hijo Pierre señala que «creo que mi padre pensaba que dichos movimientos eran más literarios que plásticos, aunque algunos pintores lo asumieron. Mi padre fue amigo de alguno de sus miembros -como Louis Aragón-, pero sin dejarse apresar por ellos, al igual que Miró».
Marguerite toma por fin la palabra para apuntar el dato de que su padre habría pintado cerca de 1.800 cuadros, «pero sin contar los dibujos, porque éstos han sido muchos más». En ese momento se avisa de que llega Joan Miró a la Fundación. El pequeño corro que se había formado en torno a los Matisse se abre para acoger en él al, pintor catalán, acompañado de su mujer. Las primeras frases de Miró, dirigidas al director de la Fundación, José Luis Yuste, fueron para agradecer el que le permitieran contemplar la exposición sin las aglomeraciones de la inauguración oficial. Después de saludar efusivamente a los hijos de su amigo comenzó el recorrido por las salas, seguido de cerca por un bedel que portaba una silla por si deseaba sentarse. Sin embargo, Joan Miró volvió a dar muestras de su espléndida vitalidad y no necesitó los servicios del solícito bedel. El pintor catalán comentaba sobre la marcha alguna de las obras expuestas. Así, señaló como dibujo espléndido, propiedad de Maegth, marchante que, al parecer, se encuentra en delicado estado de salud y que será intervenido quirúrgicamente en los próximos días, un motivo floral. También destacó El ídolo (1917) y La rama de lilas (1914). Al llegar al óleo La puerta en Colliure, de 1914, no pudo evitar el afirmar que «se anticipó a Rothko y toda esa gente en muchos años». Cuando contempló el Katia con vestido amarillo, de 1951, al parecer último óleo que pintó su autor, declaró: «¡Qué fuerza tiene! ». Tras ello, finalizó el paseo de Miró por Matisse, un espectáculo digno de verse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.