Un grupo ultraderechista se responsabiIiza del asalto a un bar
Un grupo de jóvenes de ultraderecha asaltaron a tiros el bar Sifó, en el casco antiguo de Valencia, el domingo por la noche, sin que se registraran víctimas. La acción ha sido reivindicada por los llamados Grupos Armados Sindicalistas (GAS), mediante una llamada a una agencia informativa, efectuada poco después de ocurrido el atentado.
Alrededor de las 22.15 horas, un grupo de varios jóvenes -entre siete y ocho- que iban encapuchados y con cazadoras negras, intentaron asaltar el bar disparando con armas, al tiempo que lanzaban contra la fachada dos cócteles molotov, preparados con botellas de cerveza, que no hicieron explosión.Las personas jóvenes que se encontraban en el interior, unas treinta, aterrorizadas, se echaron al suelo y fueron saliendo por una puerta trasera, resguardadas por el mostrador, mientras los impactos de las balas se incrustaban en las paredes. Algunos de ellos atravesaron una gruesa puerta de madera para romper los cristales que adornaban el fondo del pequeño bar. La plaza donde se encuentra el local quedó desierta, ya que, al llegar los agresores por la calle de Trinquete Caballeros, dispararon contra la gente que se concentra habitualmente en sus inmediaciones para tomar unas copas sin entrar.
La policía acudió minutos después de ser avisada, pero los agresores habían emprendido ya la huida. Según se desprende de sus investigaciones, fueron recogidos veinte casquillos del calibre nueve milímetros largo, y cinco proyectiles. Se han contabilizado en el interior y fachada del bar hasta veinte impactos de bala. En una acera de la plaza se detectaron manchas de sangre, posiblemente de un herido, cuya identidad no se conoce por el momento.
El atentado fue reivindicado por una llamada anónima a la delegación de la agencia Efe en Valencia, la misma noche del domingo. Una voz anónima, en un mensaje que previamente había sido grabado en cinta, reivindicó en nombre de los GAS el lanzamiento de los dos cócteles.
El bar Sifó ha sido objeto de numerosos atentados ultraderechistas desde, que se abrió, en marzo de 1977, por ser lugar habitual de encuentro de jóvenes progresistas y grupos marginados. Cinco cócteles molotov hicieron explosión en su fachada hace dos años y en otra ocasión se desactivó una bomba que estaba conectada a la luz de los servicios, que no explosionó por un fallo del interruptor.
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