Cañellas se impuso con claridad y autoridad

El catalán Salvador Cañellas, actual campeón de España de Velocidad, ganó con comodidad la penúltima carrera de esta temporada, el Trofeo Otoño, disputada el domingo en el circuito del Jarama ante muchísimo público. La lucha particular por el título entre Cañellas y Peñacoba tendrá que resolverse en la última prueba, que se disputará, también en el Jarama, el próximo día 2 de noviembre. Pareja, Pérez-Sala, González Julián, Ochoa y Lesvin ganaron las restantes carreras, todas ellas llenas de emoción y espectacularidad.

La prueba reservada a los Turismos de Producción Especiales fue casi un paseo para Cañellas, aunque el catalán rodó siempre a fuerte ritmo. En la salida, Peñacoba se quedó clavado por un problema de la caja de cambios de su coche, por lo que llegó a final de recta casi en la cola del pelotón. Pero en menos de una vuelta ya estaba en segunda posición, aunque lejos del líder Cañellas.Sin embargo, pocas vueltas después le traicionó el motor, y se vio forzado a abandonar.

Cañellas se encontró entonces en solitario, con Jaime Sanz de Madrid y Galiano muy lejos, y así siguió hasta cruzar la meta por ese orden.

Por su parte, la carrera de Turismos de Serie fue tremendamente espectacular. El duelo por el control de la cabeza entre Pareja -vencedor al final después de muchas alternativas y de una gran actuación- y Marcos tuvo en vilo a los millares de aficionados durante todo el desarrollo de la prueba. Al final, el coche de Marcos cedió y éste se vio incluso desplazado del segundo lugar por Spinelli.

En la Copa R-5, la lucha estuvo centrada entre González Julián y el pequeño de los Pérez-Sala. Aunque éste luchó mucho por desplazarle, González Jullán no cedió.

Por su parte, en la Copa R-5 Iniciación, el problema entre los pilotos y el jefe del equipo de los concesionarios de Andalucía, denunciado por EL PAIS, (véase edición del domingo), pudo resolverse y Ortiz-Tallo, autor del mejor tiempo en los entrenamientos, tomó la salida sin tener que devolver el dinero de los premios.

Sin embargo, el ímpetu, los deseos de triunfo y los nervios debieron traicionar al joven Ortiz-Tallo, que dio varios trompos a lo largo de la carrera. Pese a todo, el malagueño pudo terminar en quinto lugar.

En la Fórmula Nacional, eada día más avelentada y más distante de lo que debería ser la única competición de monoplazas de este país, se impuso Pérez-Sala por delantle de Larrey.

Finalmente, en la carrera reservada a los periodistas, en la que todos participaron con Talbot 150 iguales y previamente sorteados, se impuso con cierta comodidad Ignacio Lewin, de EL PAIS, con clara ventaja sobre Carlos de Miguel, de Efe, quien, a su vez, se distanció mucho de Jorge Silva, de la revista Velocidad. Lewin había realizado el mejor tiempo en los entrenamientos, con un registro no superado por la mayoría de los pilotos habituales de este deporte en este país -estos pilotos habían tomado parte en el Jarama en una carrera en las mismas condiciones, la Carrera de los Campeones, poco tiempo atrás- El interés de todos tuvo como resultado una prueba bonita, espectacular y emocionante.